En la OMC todo gira en torno a la agricultura

En la OMC todo gira en torno a la agricultura

Por ALEIDA PLASENCIA
GINEBRA, Suiza.-
Las próximas semanas, debates en la Organización Mundial del Comercio (OMC) tendrán como núcleo el problema de la agricultura. Se fundamentarán en tratar de solucionar la situación de las subvenciones agrícolas que les dan las naciones desarrolladas a sus productores, las cuales han sido consideradas por los países en desarrollo y por la OMC como instrumentos distorsionantes del comercio internacional.

De acuerdo a datos ofrecidos a un grupo de periodistas de habla hispana, durante un seminario celebrado aquí sobre cómo funciona la OMC, altos funcionarios de este organismo multilateral explicaron que la agenda en discusión, basada en el programa de trabajo iniciado en la “Cuarta Conferencia Ministerial”, en Doha, Qatar, celebrada del 9 al 13 de noviembre del 2001, está detenida, a la espera de solucionar el problema agrícola.

La problemática agrícola en la agenda de trabajo de la OMC radica en que los países desarrollados (principalmente Estados Unidos y la Unión Europea) no han mostrado voluntad política para ponerse de acuerdo y hacer una reducción sustancial de las subvenciones que otorgan a sus productores del campo, se explicó. La finalidad de un acuerdo sobre agricultura en las actuales negociaciones de la OMC es reformar el sector y lograr que las políticas estén más orientadas al mercado, lo que contribuiría a incrementar la previsibilidad y la seguridad, tanto para los países importadores como para los exportadores.

Es notorio, según se planteó en el seminario, que mientras las naciones desarrolladas exigen a los países en desarrollo cada vez mayor apertura de sus mercados, mayores reducciones arancelarias, ellas se aferran al proteccionismo interno.

En la actividad, celebrada en la sede de la OMC, bajo el título “Seminario de Información en Comercio Mundial y Temas Relacionados”,

para periodistas de habla hispana, organizado por la fundación Friedrich Ebert Stiftung la semana pasada, se informó que hay el compromiso de completar el programa de trabajo de Doha en su totalidad y de concluir con éxito  en el presente año las negociaciones iniciadas en noviembre del 2001.

No obstante, hay temores en la OMC de que la agenda de Doha tenga que ser prolongada más allá de la fecha indicada, debido a la dificultad de negociación del tema agrícola.

No cambiará de rumbo el mundo

El mundo no va a cambiar de rumbo repentinamente porque fracasen las negociaciones. Nosotros en la OMC trabajamos a mediano y largo plazo, si fracasara esta negociación durante un lapso de ciertos años”, el comercio internacional seguiría operando en base a reglas fijadas en 1994, basadas en la visión del mundo que existía en los años 90s, dijo Pascal Lamy, director general de la OMC, en un discurso oficial de bienvenida a los participantes en el seminario.

Sin embargo, entiende que no sería buena noticia el que el sistema de comercio internacional multilateral no sea capaz de reajustarse, adecuarse cada 15 años. Mantener el actual sistema de reglas, podría llenar “un vacío durante cierto tiempo”, pero habría la posibilidad de que se establezca un desequilibrio entre las actividades legislativas y judiciales de la OMC, dijo.

El núcleo de las negociaciones, lo que “determinará el nivel de ambición”, en las semanas venideras, se fundamenta en las subvenciones a la agricultura, los aranceles agrícolas e industriales, dijo.

Lamy, director general de la OMC desde el primero de septiembre de 2005, planteó que el tema de la agricultura hay que resolverlo, e indicó que en una negociación como esta hay altas y bajas, “hay momentos difíciles y el final es más difícil que el comienzo”.

Además de Lamy, otros funcionarios de la OMC que pronunciaron discursos en el seminario fueron, keith Rockell, director de la División de información y Relaciones con los Medios de Comunicación; Angelo Silvy, consejero de la División de Exámen de las Políticas Comerciales; Jorge Castro, consejero de la División de Asuntos Jurídicos, y Juan Antonio March Pujol, embajador de España ante la OMC. Igualmente, Emmanuelle Ganne, oficial de Asuntos Económicos de la División de Adhesiones; Anabel González, directora de la División de Agricultura; Guillermo Valles, embajador de Uruguay ante la OMC; Alberto Campeas, director de la División de Desarrollo; Juan Marchetti, consejero de la División de Comercio de Servicios; Claude Trolliet, consejero del Instituto de Formación y Cooperación Técnica; Roy Santana, consejero de la División de Acceso a Mercados, así como Fernando de Matero, embajador de México ante la OMC.

En la coordinación de las respectivas conferencias, conjuntamente con Steffen Grammling, ejecutivo de la fundación Friedrich Ebert Stiftung, estuvo Josep Bosch, portavoz de la División de Información y Relaciones con los Medios de Comunicación de la OMC. Todos los conferencistas, salvo el director general de la OMC, pidieron no se le citaran sus nombres en cuanto a declaraciones específicas.

Son 20 los temas en debate en la OMC en las actuales negociaciones, 19 de los cuales estarían detenidos hasta resolverse la situación de la agricultura.

De acuerdo a lo explicado, el director general debe tener para el 30 de julio las diferentes propuestas de los países miembros de la OMC, a fines de estudiarlas y tratar de avanzar las negociaciones. Los acuerdos de la OMC que se derivarán de las actuales negociaciones abarcan, además, los bienes, los servicios y la propiedad intelectual, entre otros. La OMC, en sus acuerdos, establece los principios de la liberalización comercial, así como las excepciones permitidas en el comercio internacional. La OMC es actualmente el foro para que los gobiernos negocien acuerdos comerciales y resuelve diferencias comerciales entre países. Nació en enero de 1995 y tiene su sede en esta ciudad de Ginebra, Suiza.

El interés de los países en desarrollo en las actuales negociaciones se fundamenta, según explicaron los expositores, en que haya una mejora real de acceso a los mercados internacionales.

También los países en desarrollo abogan porque se ponga en condiciones de igualdad la competencia internacional de los mercados agrícolas, mediante la eliminación de los subsidios a la exportación y la reducción de las subvenciones internas a la agricultura. Dichas ayudas son practicadas, principalmente, por las naciones desarrolladas, y han sido consideradas en la OMC como mecanismos que distorsionan el comercio mundial en perjuicio de los países en desarrollo.

En un documento distribuído por el embajador de México ante la OMC, en el seminario en referencia, se plantea que los países desarrollados deben hacer mayores esfuerzos que las naciones en desarrollo en los acuerdos que se deriven de las negociaciones actuales. También aboga porque se establezcan mecanismos que permitan monitorear los compromisos adquiridos en ese marco.

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