Hoy 
Desde la noche del pasado jueves 17 de mayo, y a beneficio de la Fundación St. Jude, Inc., el Centro Cultural Quinta Dominica(C/Padre Billini #202, Zona Colonial)mantiene abierta la Xll exposición individual del destacado artista dominicano Roger Concepción, residente en Francia desde hace más de dos décadas. Concepción nació en San José de Ocoa y realizó su primera exposición individual en su ciudad natal en el 1977. Realizó estudios de Arquitectura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo con diversos Postgrados en la Escuela de Arquitectura de París-Villemin(1984), en la Escuela de Arquitectura de París-Tolbiac(1986) y en la Escuela de Arquitectura de -Bretaña- Rennes-Francia(1992).
La Fundación St. Jude de República Dominicana es una institución sin fines de lucro que ha asumido el compromiso de apoyar a niños dominicanos, de 0 a 16 añños, con cáncer. La institución tiene como objetivo principal elevar el índice de supervivencia en los niños dominicanos, llevando orientación e información a los padres y familiares sobre la enfermedad que afecta a sus parientes. Entre otras actividades de apoyo, la Fundación St. Jude también identifica y gestiona oportunidades de capacitación para el personal de salud interesado en especializarse en el área de pediatría-oncología dentro y/o fuera del país.
La muestra de Roger Concepción está compuesta por 23 obras al óleo sobre lino en medianos formatos. En la mayoría de estos paisajes el artista recrea la luz, la atmósfera y los escenarios naturales de la región de Bretaña, pero en otros jamás se sustrae de la memoria ni del paisaje o la luz tropical ni del sentido de su tierra. Entre las obras mejor logradas destacan: «Delphiniums», «La Petite Lou», «Renacimiento», «Álamos en el reflejo», «Paisaje estival», «La marcha del tiempo», «La frontera», y «Antillano».
En la introducción del catálogo, la Dra. Laura Gil Fiallo, encargada de investigaciones del Museo de Arte Moderno nos advierte que: «Roger Concepción y Castillo es en todo sentido un artista y como paisajista se identifica con una modalidad que surge, y hay que recordarlo, como genero independiente en la era del Barroco, a medio camino entre el antropocentrismo renacentista- donde la naturaleza es a penas el escenario en que acontece lo humano- y la desmesura romántica, cuando ante el cosmos panteísticos el hombre parece a penas un admirado, minúsculo y devoto testigo.
«Equilibrio es la palabra clave, a la vez que la noción de un rigorismo y un gusto por lo impecable que se nutre de una pasión extrañamente lúcida y dueña de sí misma, y de una fidelidad milimétrica al registro de los ínfimos matices de la percepción luminosa que más allá de la mimesis, posee una cualidad poética difícilmente igualable».
