En la recta final

En la recta final

El Presidente de la Junta Central Electoral pone la bola en la cancha de la oposición cuando dice que todos los votos serán contados uno por uno, lo cual traslada la responsabilidad a los delegados políticos ante cada mesa, ante cada colegio electoral del conteo, cotejo, cómputo, confección y vigilancia de las actas que se remitirán a la JCE
Son los partidos políticos quienes tienen que designar delegados honestos, probos, bien informados sobre las obligaciones de quienes acepten esas responsabilidades.
El problema, pues, pasa de un reclamo legal, justo, en procura de la mayor diafanidad del proceso electoral, al trabajo que cada partido realice o haya realizado para la selección, entrenamiento y designación como su representante, como testigo y actor de lo que ocurra este día 15 de mayo.
Suponemos y algunos tenemos conocimiento de los aprestos realizados por los partidos para designar representantes honestos, conocedores de sus derechos como funcionarios políticos, que hayan sido debidamente entrenados en el conocimiento de la Ley Electoral
Hay ingratas experiencias de procesos electorales pasados en los cuales el partido de gobierno ha utilizado no sólo todos los recursos económicos y físicos del Estado en favor de sus candidatos, sino que también, como corruptores, emplean dinero del fisco para comprar delegados políticos de partidos contrarios.
La corrupción llega con duro a los alrededores de las mesas y colegios electorales, la corrupción y las amenazas de sujetos quienes, amparados por su vinculación y dependencia con la candidatura oficial y respaldados por miembros de la Policía Electoral se dedican a la deleznable práctica de comprar votos de infelices que dicen que venden su derecho al sufragio a cambio de comer uno o dos días.
En este momento todos sabemos por qué candidato y por cual partido votar, ya hemos hecho nuestra selección, de todos modos, es oportuno señalar que con las elecciones del 15 estamos ante la necesidad de votar contra la dictablanda que gobierna en favor de una minoría rapaz, que actúa en favor de sus intereses por encima de los intereses de la mayoría.
En la actual encrucijada llegó el momento de decidir si queremos que continúe en el mando supremo de la nación, el grupo que ha endeudado el país como no se veía desde los tiempos del general Ulises (Lilís) Heureaux, origen de la abusiva ocupación militar norteamericana de 1916 a 1924.
Lo que se juega en estas elecciones va mucho más allá del necesario e imperativo cambio de rumbo para reorganizar el país, lo que se juega en estas elecciones es el derecho a vivir sin temor, sin corrupción, con seguridad ciudadana, con salud, con libertad, bajo un régimen de derecho. Se puede, vote 15 el día 15.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas