En términos simplificados, la sostenibilidad fiscal consiste en la estabilización de la deuda pública en relación al PIB, con la finalidad de garantizar que el endeudamiento no aumente de forma desmedida, excediendo la capacidad de pago del gobierno. En el 2004 se había perdido la sostenibilidad fiscal, debido al elevado déficit y nivel de endeudamiento; sin embargo la excelente gestión macro-económica de la presente administración ha devuelto al país a la senda de la sostenibilidad de las cuentas fiscales.

En el año 2002, antes de las crisis bancarias, el déficit del gobierno central ascendió a RD$10,859 millones (2.3% del PIB); en el 2003 se disparó al 4.2% del PIB y en el 2004 culminó con el 2.6% del PIB, aunque la tendencia que llevaba al cierre de agosto apuntaba a un déficit cercano al 4% del PIB.

Con ese fardo del elevado déficit y el endeudamiento, este gobierno inició la tarea de la recuperación económica, y gracias a políticas racionales más el cumplimiento de las metas del programa con el FMI, logró en el 2005 reducir el déficit al 0.7% del PIB; en el 2006 el 1.2% del PIB y en el 2007 logró un superávit por RD$1,619 millones. En el 2008, con el choque mundial de los precios, fue necesario incrementar los subsidios a los más vulnerables, más la ocurrencia de tres tormentas obligaron a mayores gastos para reparar infraestructuras; por consiguiente el déficit del gobierno central aumentó al 3.2% del PIB.

A raíz del segundo acuerdo con el FMI se definió en el programa una primera etapa de estímulos fiscales hasta junio del 2010 y una segunda etapa de ajustes, donde uno de los objetivos era “la consolidación fiscal a mediano plazo, con la finalidad de colocar el coeficiente deuda-PIB en los niveles del 2008”.

En línea con el programa, las autoridades arribaron a un déficit del gobierno central equivalente al 3.5% del PIB en el 2009 y en el 2010 se redujo al 2.5% del PIB. En ambos casos se produjo un ligero aumento en relación a las metas del programa, originado en un déficit mayor a lo previsto en el sector eléctrico.

Para este 2011, con el precedente de las metas alcanzadas en las revisiones anteriores, el gobierno se apresta a cerrar con un déficit equivalente al 1.6% del PIB; mientras en el proyecto de presupuesto para el 2012 la meta del déficit se contempla en 0.9% del PIB.

Cuando culminó el primer gobierno de Leonel Fernández la deuda pública total era equivalente al 25.8% del PIB, un nivel ideal de acuerdo al FMI; sin embargo en el 2003 se disparó al 56.2% del PIB. Gracias al manejo adecuado del endeudamiento y al elevado crecimiento del producto (una de las condiciones para garantizar la sostenibilidad) la relación deuda total-PIB había disminuido hasta el 39.1% del PIB en el 2008.

En el 2010, la política de estímulos fiscales contemplado en el segundo programa con el FMI, elevó el índice de deuda hasta el 41.7% del PIB; para este año se proyecta en 40.3% y en la ejecución presupuestaria del 2012 está programado un nivel de 37.2%; nivel inferior al prevaleciente en el 2008.

A pesar del grave choque de los precios del 2008, la recesión global del 2009, otro choque de los precios actualmente y la desaceleración mundial; sin embargo este gobierno, en ese entorno tan adverso, además de preservar el crecimiento con estabilidad, ha logrado rescatar la sostenibilidad fiscal que se perdió en el  pasado gobierno del actual candidato.