EN LA UASD
“Sin el servicio que ofrece el comedor, yo no me hubiese podido graduar”

<P>EN LA UASD <BR>“Sin el servicio que ofrece el comedor, yo no me hubiese podido graduar”</P>

Estudiar en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y no visitar su famoso comedor, es como no haber cursado materias en esa importante casa de estudios superiores, así lo expresan muchos estudiantes y egresados.

“Sin el servicio que ofrece el comedor, yo no me hubiese podido graduar”, esta afirmación la hace la abogada Noemí Gutiérrez, con un año en el ejercicio del derecho y graduada con honores. Y no es para menos su afirmación, pues en el Comedor Universitario se pueden degustar platos de comida a precios inimaginables, por sólo cinco o 35 pesos se puede comer arroz, habichuelas, pollo y hasta ensalada verde, en un ambiente de alegría y compañerismo.

Desde que se hace la fila para comprar los tickets, se obtienen anécdotas para nunca olvidar, desde el “vivo” que no quiere hacer filas y negocia con alguien para que le compre un ticket, hasta la doña que solicita pasar adelante por su edad o el que grita “qué bueno, hoy hay arenque”. Sin dudas cosas para recordar.

Cuando el usuario por fin está en la fila para entrar al Comedor se percata de que si no tiene relación con los que dan el paso, va a durar más tiempo de lo establecido. “Hasta aquí llega la corrupción y el relacionismo popular”, dijo una joven extremadamente delgada, al visitar por primera vez el Comedor.

Una vez dentro, el ambiente percibido es como el de los comedores de las cárceles que se ven en las películas hollywoodenses, las personas haciendo filas para que les entreguen las bandejas con el menú del día; sentadas en grupos de acuerdo a su carrera, o nivel de amistad, y los que repiten tres y cuatro veces de acuerdo a cuantos tickets y hambre tengan, no falta el que se lleva sus libros para estudiar mientras come y la que come con tanta elegancia que parece estar en un exclusivo restaurante. Eso sólo se ve en la UASD.

La gran cantidad de usuarios que entra suele obligar a que el menú sea cambiado varias veces y hasta pueden verse en un mismo plato dos “tipos de arroces”, saboreados por su comensal, como si fuera la más sabrosa exquisitez. Sin duda, muchos corroboran lo que dijo Gutiérrez: sin ese servicio, muchos graduandos no podrían serlo: ¡Ay, si no existiera el comedor de la UASD!

El nuevo comedor. El gobierno central construyó un moderno y espacioso comedor universitario que sustituirá la vieja edificación y la triplicará tanto en espacio como en los servicios que ofrece. Sin embargo, a pesar de la gran inversión realizada y de que ya el nuevo está terminado, todavía no hay operaciones, esto sin que las autoridades den razón de las causas de la demora.

ZOOM.

La UASD tiene 179 mil 318 estudiantes matriculados y 3 mil 397 empleados, de los que una gran proporción utiliza los servicios del Comedor Universitario.

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