En la UNESCO  “Away” una colectiva
de la diáspora dominicana

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En París, la República Dominicana se destacó, en ocasión del Día Internacional de la Mujer que la UNESCO celebra significativamente cada año. Diez creadoras jóvenes, de las generaciones del 80, 90 y 2000 se juntaron en el mejor lugar de exhibición del Palacio de la UNESCO en esta ciudad

POR MARIANNE DE TOLENTINO
La delegación dominicana ante la UNESCO sentó un precedente en la proyección artística del país, con la exposición de arte contemporáneo “Away: Mujeres Diáspora, Creatividad y Diálogo Intercultural”. No solamente Laura Faxas solicitó y obtuvo la participación cultural de la Embajada en París, sino que la Secretaría de Estado de Cultura sufragó costos de la actividad, auspiciando viajes y estadías de las artistas dominicanas invitadas y residiendo fuera de París. Esperamos que ese movimiento, esa cooperación, entre misiones y Secretarías, siga adelante, y al mismo nivel, para el arte dominicano. Favorecer a los artistas contemporáneos nuestros en particular no es práctica corriente.

Diez creadoras jóvenes, de las generaciones del 80, 90 y 2000 se juntaron en el mejor lugar de exhibición del Palacio de la UNESCO en París. Eran todas artistas de la diáspora, o sea viviendo y trabajando fuera de Santo Domingo. Presentaron dibujo, pintura, instalación, foto, video y performance. Aunque no compartimos la escisión mujer/ hombre en la creación, se justifica ahora por celebrarse el Día Internacional de la Mujer.

Exponen  Rosario Rivera, Teresa Díaz, Iliana García, Scherezade, Yolanda Naranjo, Charo Oquet, Natalia Ortega, Raquel Paiewonsky , Miguelina Rivera e Inés Tolentino. La muestra permanece abierta hasta el 22 de marzo, y un hermoso catálogo, tampoco  practica corriente en esa clase de exposiciones oficiales, será testimonio de un  evento memorable.

Curaduría y exposición

Toda buena exposición tiene a un buen curador. De manera inesperada, porque lo conocemos como talentoso y audaz artista joven, asumió esa función Rafael Pérez Concepción, apodado “Chepe” por sus amigos. El es actualmente el Consejero Cultural de la Embajada Dominicana en París, y su calidad le hizo designar para la delicada tarea de la curaduría. La asumió con brío. Método y rigor, demostrando condiciones de organizador. Agregándole la responsabilidad de la museografía, igualmente realizada con el mismo entusiasmo y seriedad, en un espacio, tan extenso y solemne como difícil. Además la muestra dominicana – perfectamente separada y la más contundente- era la primera de tres exposiciones dedicadas a la mujer.

Expresa Rafael Pérez: “Para el creador/a que vive y trabaja fuera de su país de origen, el tema de la identidad es fundamental. Estos artistas integran en sus obras (consciente o inconscientemente) códigos heredados de sus raíces así  como elementos adoptados por la sociedad receptora.”. Creemos que es el común denominador de esta colectiva excepcional por su naturaleza y de  alto nivel, su segundo rasgo distintivo. Cada una de las artistas de la diáspora ha fusionado sin problema componentes de su herencia cultural y  la vigencia internacional. Hay una conciencia de los orígenes que no se pueden perder, mientras tanto aquellos que viven en su  natal se refugian en modas y modelos ajenos, o se quedan rezagados.

Es uno de los encantos de esas obras mestizas, un rasgo que divierte, interesa, sorprende al público, “descubridor”. Fuera de esos elementos, entre los cuales figura la estética y armonía tradicional en el arte dominicano, “Away” enseña la riqueza y la heterogeneidad de la plástica contemporánea. Otro “bravo” para Rafael Pérez que supo convocar a artistas muy distintas, algunas recién emergentes, junto a personalidades ya reconocidas.

Las expositoras

Charo Oquet -a quien Sara Hermann llamó “transterrada”-, de grandes cualidades humanas, ella misma curadora y anfitriona de artistas dominicanos, reside en Miami. Construyó como pieza principal una instalación impactante, de colores rutilantes, donde baratijas y objetos plásticos se insertan en la torre del petróleo y la globalización. Es conceptualización y declaración de principios, juego y efusividad óptica.

La performance estuvo representada por Teresa Díaz, que vive en Amsterdam se transformó en el personaje del dictador -Trujillo y detestable compañía…- con una influencia bien aprovechada del Mime Marceau. 

Las “hermanas García” (sic), que desde muchos años trabajan exitosamente en Nueva York, nos dieron la oportunidad de apreciar persistencia en tema y concepto, al mismo tiempo que una renovación en el tratamiento. Scherezade colgó en cordeles… su “ropa” de gráficos intervenidos con una escritura inconfundible, mientras Iliana Emilia continúa investigando la silla criolla rural y popular, hoy en cartón y perspectiva a lo Escher, y perpetuada en grnades fotos.

En cuanto a Raquel Paiewonsky  es la única expositora viviendo en Santo Domingo,  pero su decisiva estadía de diez años en Nueva York explica la presencia de una de las más fuertes personalidades del arte contemporáneo, dominicano y caribeño. Volver a mirar sus enjambres de excrecencias, sus miembros atrapados, su trajes a la vez triviales y suntuosos mezcla lo monstruoso y lo bello como autoproclamación, como ¿realidad de vida?.

Yolanda Naranjo, que reside en Grecia, significó un feliz reencuentro con una joven creadora sin inhibicione . Colocó su obra en un ventanal lateral, conformando las figurillas  violentadas un sentencia: “No Más”  Sin embargo el lugar no contribuye al realce de la obra.

La fotografías y ensamblaje geométrico de Natalia Ortega, que reside en Amsterdam, nos reveló la simbiosis de una contemporaneidad artística -fotos excelentes- y artesanal – retrato de objetos cotidianos eventualmente “recreados por la artista-.. Lúdico y sutil.

Rosario Rivera, que trabaja en Miami, en dos grandes telas, afirmó su “horror del vacío”, con abstractos, expresionistas, líricos y apasionados.  Una solución pictórica que usa el lenguaje del color y el gesto, desconcierta y finalmente seduce.

Miguelina Rivera, viviendo en Montpellier (Francia, conserva su principio de trabajo y vocabulario plástico, con cera y jabón, Esa instaladora original esparce y cuelga pétalos, también lenguas y panes, revoloteo perturbador y fascinante, que multiplicamos imaginariamente. Complace también volver a mirar una pintura de las serie de los nidos.

Inés Tolentino, viviendo en París, sabe utilizar el dibujo -lenguaje en ella sobresaliente- dentro de la pintura. Multiplica los signos, cargados siempre de mensajes, su “escritura” requiriendo una lectura detenida… y más de una. Las cuatro impactantes telas / código de barra, con medallón insertado, hacen inmediata la relación del espectador con la obra. Además  incursiona en la instalación, coherente con sus demás expresiones.

Todas las expositoras de “Away” externan, de cerca o lejos, su preocupación por la condición femenina.

Mesa redonda en la UNESCO

El miércoles 7 de marzo, la mesa redonda “Away: Mujeres y Diáspora, Creatividad y Diálogo intercultural” fue organizada por la Delegación Permanente de la República Dominicana ante la UNESCO, con las oficinas especializadas de la Organización Internacional de la Planificación Estratégica y de las Políticas Culturales.

Este panel abrió una reflexión plural sobre el tema de la diáspora y del diálogo intercultural a través de las experiencias personales de profesionales invitadas. El encuentro reunió a la embajadora Laura Faxas, jefe de la Delegación Permanente Dominicana, y organizadora del acto, Cristina Sánchez, socióloga dominicana, Maja Horn, experta en estudios romances, Fatumata Badini Kinda, socióloga del Burkina Faso, Murielle Diallo, pintora y educadora de Costa de Marfil, y Charo Oquet, artista dominicana. También fueron protagonistas de la mesa redonda, altos funcionarios de la UNESCO, que, especialistas en el tema,  actuaron como moderadores y presentadores del panel.

Invitado especial, viajando desde Santo Domingo, fue el subsecretario de Cultura, Avelino Stanley, que participó en el espacio de preguntas. El público, compuesto por intelectuales, especialistas e interesados en los temas del género y del diálogo intercultural llenó la sala, con la presencia de las artistas dominicanas de la diáspora que celebraron al otro día su brillante exposición colectiva en la UNESCO.

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