En la víspera de la fiestas patronales de Bonao

En la víspera de la fiestas patronales de Bonao

El próximo lunes 13, los bonaeros estarán celebrando sus fiestas patronales. Estas ya se iniciaron desde el día 4 con las novenas dedicadas a su santo patrón San Antonio. El santo ya no está de cabeza, como dice el popular e inmortal merengue, para buscarles novios a las agraciadas bellezas de la Villa de las Hortensias.
Bonao, ubicado en una planicie que fue y es parte del recorrido milenario del río Yuna, fue enriquecido por los depósitos de toneladas de tierra cultivable para dar origen a una zona fértil y productora de los más variados rubros agrícolas, principalmente arroz y pastos; también plátanos, guineos, yuca, cacao y otros frutos menores, dándole una riqueza que es aprovechada por años por sus moradores.
Pero ese valle fértil no es la única riqueza natural de Bonao y sus alrededores. Las estribaciones medias de la Cordillera Central, en sus laderas, encierran la más variada riqueza mineral, que como el oro, daba sus señales de su presencia en los lechos de los ríos, arroyos y cursos de agua ocasionales cuando se producían grandes lluvias. Los nativos sabían extraerlo y que los conquistadores españoles en el siglo XVI explotaban en su afán de buscar metales preciosos.
Con el paso de los siglos desde el descubrimiento, esas lomas fueron abriendo sus vientres para dar a conocer sus riquezas. Y en las lomas que rodean al valle de Bonao, los geólogos y aventureros fueron descubriendo las riquezas metalíferas que van desde el hierro de Hatillo y el cobre de Maimón en Los Martínez. Y el yacimiento más importante que es el níquel de La Peguera y Caribe explotándose industrialmente desde 1970. Un poco más al sureste del valle de Bonao, pero en las mismas formaciones montañosas de la Cordillera Central, están los ricos yacimientos de oro de Pueblo Viejo.
Por sus atractivos y riquezas naturales, la zona de Bonao ha atraído desde años a muchos seres humanos buscando su mejoría económica. Muchos lo lograron al emprender los más diversos negocios, destacándose el que fue un hermano del dictador Trujillo al convertir la región en su feudo. Él, Petán, estableció sus raíces e intereses como el señor de horca y cuchillo hasta 1961. De él dependían las vidas de mucha gente y la economía regional.
Desde 1961 hasta 1969 fueron años críticos para Bonao. Finalmente recibió una considerable inyección económica y humana con el inicio de las operaciones industriales de la Falconbridge Dominicana que venía a explotar los yacimientos niquelíferos de Loma La Peguera y Loma Caribe. La población se transformó con una inmigración de técnicos y profesionales que venían a formar parte de la empresa minera. La fisonomía de la ciudad cambió desde entonces para mostrar un pujante desarrollo, afectado varias veces por los vaivenes cíclicos de los precios del níquel.
En el 2010 la Falconbridge cerró sus operaciones ante el alto costo de la energía y la disminución de la riqueza de los yacimientos conocidos y la poca demanda mundial. Esto sacudió la región para aumentar el desempleo y el cierre de numerosos negocios.
Las bases de una economía auto sostenible existía con la presencia de numerosas empresas y la moderna extensión de la universidad estatal y numerosas obras como el museo de Cándido Bidó, la casa-museo de Tiburcio, el Centro Educacional de Bonao y el de La Voz del Yuna le dieron otra fisonomía a la ciudad, distinta a lo que había sido en la década de los 50 del siglo pasado de un bucolismo fascinante y atrayente pese a la dictadura.
Bonao ha vuelto a reactivarse cuando en el 2015 los bienes e intereses de la minera fueron adquiridos por la Americano Níquel, que de inmediato comenzó a reorganizarla para reiniciar sus operaciones. Después de varios meses de preparación la planta de La Peguera está en pie en un ambiente muy positivo para la población con la recuperación de muchos de los técnicos que ya estaban dedicados a otras actividades. Ahora se tropieza con el celo nacionalista de algunos funcionarios que todavía parecen sumergidos en la época de la guerra fría y se quedaron con gusto de torcerle el cuello al capitalismo imperial.
Para estas fiestas Bonao casi ha recuperado su dinamismo tradicional. La vitalidad se observa de como la vida en las calles se desarrolla bajo el entusiasmo de una gran parte de la población trabajando, dejando muy atrás la época del decaimiento económico.

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