En Las Cañitas todavía creen que políticos sirven para paliar pobreza

En Las Cañitas todavía creen que políticos sirven para paliar pobreza

POR LLENNIS JIMÉNEZ
Ana Mercedes Santos Batista, de cien años de edad y enferma de artritis, estuvo ayer a punto de contraer una pulmonía.

La anciana bailó en una calle del sector de Las Cañitas, entusiasmada por el aviso de que Amable Aristy Castro se presentaría a  repartir dinero y  pollos congelados.

Pero la lluvia dañó la fiesta del candidato presidencial reformista, que por prescripción médica no puede mojarse, luego de que sufriera de meningitis.

Al igual que la envejeciente  Santos Batista, que sobrevive con un plato de comida que le reparte el hogar de ancianos, su amiga Josefa Almonte quedó con las manos vacías y rabiosa del hambre que al 12:15 de la tarde la tenía dando vueltas entre las calles Amparo y 10. En ese punto   tenían  previsto encontrarse con el político, que también es secretario general de la Liga Municipal Dominicana (LMD).

Amable, como prefieren llamarlo sus seguidores, hizo un levantamiento de la pobreza de Las Cañitas, en el norte del Distrito Nacional, pero dejó en la calle a cientos de personas que esperaban con ollas en la cabeza y que creían que momentáneamente les daría solución a sus problemas de salud y  de falta de comida.

“Chequéame a mi”.  “Mi hijo tiene tiene gripe”.  “¿Esto lo venden en la botica?” Estas eran algunas de las preguntas que hacía la vecindad de Las Cañitas a los ocho médicos que el candidato presidencial envió al operativo médico junto a otro personal que instaló un puesto de medicamentos populares.

El doctor Pedro Abramason atendía a un grupo de personas, en su mayoría con erupciones en la piel, escabiasis, presión arterial, parásitos y otras enfermedades que abundan en ambientes de pobreza.

 Pero los médicos, que estuvieron algunas horas en el lugar, no pudieron solucionar los graves problemas de los hombres y mujeres de Las Cañitas, como dar tratamiento para normalizar la diabetes, la presión arterial, hernias  y resolver la demanda de cirugías mayores. Los niños, las madres solteras y los ancianos  esperaban  que el político les lanzara billetes de mil pesos  creían que los pondría en una lista para beneficiarlos con un plan social de  viviendas. Los dirigentes que iniciaron el encuentro, se esfumaron a las 12:30 sin alegar razones.

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