POR ODALIS MEJIA
En el batey Los Peralejos, de Pantoja el agua es muela de gallina. Desde hace más de tres años los residentes en esa zona carecen del líquido y su único punto de abastecimiento es un pozo de agua salobre.
De acuerdo a residentes del Batey, gran parte de ellos haitianos, antes el agua llegaba a sus casas, pero luego fue cortado el servicio, aunque no saben explicar por qué les fue retirado.
Mientras tanto el agua para el aseo tienen que buscarla al lado del cuartel de la zona en un pozo, donde se requiere de bombeo para extraerla, por lo que cuando no hay energía eléctrica no pueden obtener el líquido.
Bernarda García explicó que además de la higiene de la casa, con el agua salada del pozo tienen que bañarse porque es la única alternativa. Para tomar compran agua embotellada.
En tanto Luisa Jiménez expresó que mujeres y niños del batey tienen que pasarse el día cargando agua desde el pozo para satisfacer sus necesidades, tras resaltar el cansancio que esa actividad les provoca.
En el batey Los Peralejos la pobreza campea en casi todas las humildes viviendas, donde además las familias son numerosas por la gran cantidad de hijos que tienen.
Además las calles carecen de pavimento y en algunas hay montones de lodo podrido, cuyo hedor se siente en la zona.
Precisamente ayer la Junta Municipal ejecutaba un operativo de retiro de lodo de algunas calles para mejorar el tránsito y las condiciones de higiene.
BARRIO DE PLÁSTICO
En el barrio 23 de Los Peralejos varios haitianos viven del plástico: compran fundas sucias que son depositadas en vertederos que luego limpian y venden a otras personas.
A los limpiadores de plásticos, casi todas mujeres, les pagan RD$100 por trabajar desde las 7:30 de la mañana hasta la 5:00 de la tarde.
Yenesa Féliz, María Yan y Karina Noela, quienes tienen dificultad para hablar español, explicaron que son madres solteras que carecen de recursos para mantener a sus 4, 10 y 5 hijos, respectivamente.
Afirmaron que llevan casi un año viviendo de limpiar plástico, pues es la única fuente de empleo que han encontrado en el país.
Pero la actividad de limpiar plástico, molesta a algunos vecinos del barrio como Yoselín Luis, quien dijo que los que tienen ese negocio han improvisado un vertedero en la calle.
Dijo que como consecuencia de eso en la zona existe una plaga de ratones, culebras y mosquitos que pone en peligro la salud de los residentes.
Señaló que pese a las quejas que han externado, los comerciantes del plástico hacen caso omiso a su demanda de que no lancen basura, pese a los problemas que esto está acarreando para los moradores de ese marginado sector.