Moody’s Investor Service acaba de mejorar la clasificación que otorga a los bonos soberanos del gobierno dominicano, al pasarnos de B2 a B1.  La medida también refleja una mejor evaluación del crédito general del país y ayuda tanto a nuestro gobierno como a nuestro sector privado a tomar prestado en el extranjero a tasas de interés inferiores y, además, estimula la confianza en el país, sobre todo entre inversionistas foráneos.  Fitch también mejoró esa misma clasificación.

Sin embargo, seguimos en muy mala compañía.  Siete países nos acompañan en la clasificación B1 de Moody’s.  Veamos cuáles son. Comencemos citando a Papua, Nueva Guinea, el país más atrasado en Asia y donde el grueso de su población vive todavía casi en la edad de piedra.  Su capital, Port Moresby, es una de las ciudades más peligrosas del mundo debido al alto nivel de alcoholismo de su población.  Entre nuestros compañeros de clasificación está Albania, uno de los países más pobres y atrasados del Adriático, con un historial de dictadores exóticos.  Agreguemos a Bielorrusia, país sin acceso al mar, en Europa del Este.  También clasificamos junto a Mongolia, otra nación sin acceso al mar, muy atrasada, casi una continua árida estepa, ubicada entre China y Rusia.  Por si no fuera suficiente, en la misma baja clasificación está el Líbano, país donde con frecuencia surgen violentos conflictos armados.  En nuestro Caribe, en igual categoría está Surinam, la ex colonia holandesa, país donde el 90% de territorio es todavía una selva, ya que su escasa población se concentra en la costa.  Y, finalmente, nos acompaña el pequeñísimo país angloparlante formado por las islas de San Vicente y Las Granadinas.

Esta muy mala situación se empeora cuando nos comparamos con otras naciones mejor clasificadas que nosotros.  En Centroamérica, cuyos países son los más parecidos al nuestro, dado su tamaño físico y económico, El Salvador tiene mejor clasificación que nosotros, a pesar de su muy reciente guerra civil.  Guatemala está, no guatepeor, sino guatemejor que nosotros, a pesar de su violencia.  Mejor que nosotros también está Panamá. No es una coincidencia  que El Salvador y Panamá estén dolarizados. Por supuesto, Costa Rica es mejor evaluada.  En Centroamérica tan sólo Nicaragua, en manos de Ortega, y Honduras, hasta hace poco un paria internacional, están por debajo de nosotros.  ¿No deberíamos de sentir vergüenza?

En el Caribe angloparlante las Bahamas, Bermudas, Barbados y Trinidad y Tobago nos superan y en tierra firme también lo hacen Colombia, a pesar de su larga guerra civil y México, a pesar de las drogas y la violencia, así como Perú y Uruguay.

¿Por qué “mejoró” la clasificación dominicana y qué puede hacerse para que “mejore” aún más? Probablemente mejoró porque firmamos un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pero para “mejorar” aún más es bueno que veamos las críticas que nos hacen los que organizan el Foro de Davos, en Suiza, donde cada año se reúnen los grandes empresarios del mundo.  Allí se cita la mucha corrupción que hay en el gobierno dominicano, los excesos en nuestra nómina pública, el no pago de la luz por parte del grueso de la población y cómo, con la excepción de Haití, tenemos los más bajos índices de educación y salud en el Caribe.  Además, sabemos que si seguimos endeudándonos, sobre todo con bancos comerciales, pronto nuestra clasificación volverá para atrás.  Lo mismo ocurrirá si dejamos de supervisar como hacemos ahora, a nuestros bancos y si dejamos de aplicar la buena política monetaria de hoy día.Son esos los problemas que tenemos que resolver.  Sólo así llegaremos a estar en mejor compañía.  Con el simple decir que el PIB está creciendo no basta y hay que actuar pronto.  Como se dice, camarón que se duerme… se despierta en un cóctel.