Juan María Ramírez 
Decenas de trabajadores cañeros marcharon ayer hacia el Ministerio de Interior y Policía a exigir la residencia permanente para más de 50 mil braceros que residen en las plantaciones cañeras del país, gran parte desde medianos del siglo pasado, tal como lo establecen los acuerdos entre Haití y República Dominicana de contratación de jornaleros.
En su mayoría, ancianos hasta con 88 años y 60 viviendo en los campos de caña del país, los manifestantes iniciaron la marcha en el parque Mauricio Báez y terminaron en la intersección de las calles Leopoldo Navarro con Francia, donde lo esperó un cordón de agentes de la Policía Nacional.
En la comunicación dirigida al ministro Carlos Amarante Baret los cañeros recuerdan que el artículo 3, referido a la contratación de jornaleros, expresa que cada trabajador contratado deberá estar provisto de su cédula de identidad.
En la comunicación de la Unión Nacional de Trabajadores Cañeros (UTC) precisa que a ningún trabajador ilegal se le descuenta seguro social, como sucede con los miles de braceros que han dejado sus vidas en los campos de caña. “Los trabajadores cañeros han cotizado por más de 50 años al Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) y sin embargo, no les son reconocidos sus derechos ciudadanos”, precisa la UTC, a través de su coordinador nacional, Jesús Núñez.
Recuerda que en noviembre de 2014 la comisión integrada por los ministerios de Hacienda y de Interior y Policía; el Conape y el Palacio Nacional, acordaron otorgar la residencia permanente a todos los trabajadores cañeros que han solicitado la pensión.
