Cotuí. Por segunda vez en ocho días, Zoila Gutiérrez recibe el pésame por la muerte de un familiar. Ahora le toca velar a su hijo Víctor Manuel, muerto el viernes tras siete días en cuidados intensivos, herido por tres hombres que mataron a su padre, el viceministro de Minas, Victoriano Santos.

Una multitud, integrada por estudiantes, dirigentes del partido oficialista, funcionarios y personas de diferentes estratos sociales dieron el último adiós al joven de 19 años. En el funeral la población clamaba justicia, que los homicidas sean castigados.

Tras la pérdida de su hijo, el mayor de tres procreados con el malogrado funcionario, a Zoila le quedan sus dos hijas Bilmaly de 17 años y Bilmely de 15, que lloran desconsoladas la brutal muerte de su padre y de su hermano.

Otra vez el templo católico de la Inmaculada Concepción fue abarrotado por decenas de personas que además de rezar, pedían a Dios y a las autoridades que las investigaciones sean agilizadas, que encuentren a los culpables del doble crimen.

La familia pidió a los medios de comunuicación no tomar fotografías al cuerpo expuesto en la sala de la casa donde hace dos semanas tres encapuchados rompieron la tranquilidad y la paz de la familia.

Personas, como la profesora Alejandrina Cruz, lloraban sin consuelo ante la atragedia.

“Dios mío, qué dolor tan grande siento en mi corazón”, fueron sus palabras en medio de las lágrimas, al llegar a la casa número 20 del residencial Herfa.