Fueron sepultados hoy los restos del chófer de un camión transportador de valores de la compañía Dominican Watchman, asesinado por desconocidos durante un atraco el pasado viernes, en donde resultó además baleado un vigilante de seguridad de la empresa que lo acompañaba.

Escena de dolor, llanto y tristeza entre familiares y amigos que acompañaron a Pablo Vicente Inoa, de 52 años,  a su última morada, quien encontró la muerte trabajando, fruto de la inseguridad que se vive en el país.

La víctima que vivía en Los Alcarrizos fue definido como un hombre bueno y querido por sus parientes y allegados.

Para su madre, hijos y demás personas fue doloroso ver en una ataúd a este hombre, que lo único que hacía era trabajar para ayudar a los suyos.

Dirigentes comunitarios y regidores de Los Alcarrizos pidieron a la Policía atrape a los culpable del hecho y que sean castigados con todos el pesos de la ley.