BRA110. LA PAZ (BOLIVIA), 18/10/2020.- El candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, muestra su boleta de votación antes de votar en una escuela en la ciudad de La Paz (Bolivia). Arce, expresó este domingo su confianza en que su partido volverá al poder en Bolivia con una victoria en las urnas, frente a otros a los que acusó de haberlo tomado "por las armas". EFE/Joédson Alves
Con el avance del reloj, la inquietud crecía anoche entre algunos bolivianos. Tras el cierre de casillas, el conteo de votos transcurría con lentitud mientras los electores se mantenían alertas para conocer al ganador de los comicios presidenciales del domingo, tras una jornada electoral tranquila y con alta participación que contrastó con la tensión que antecedió a la crucial votación.
Uno de los primeros en reaccionar fue el expresidente Evo Morales, quien desde su exilio en Bueno Aires escribió en Twitter que le resultaba “extraño y preocupante” el retraso de las encuestadoras privadas no oficiales.
Ante la demora en el inicio del conteo oficial, el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, dijo por la noche que “fue una elección compleja en un coyuntura delicada en la que conviene apuntalar la certeza de los resultados”, por lo que llamó a políticos y ciudadanos a esperar resultados “con paciencia”.
Romero había dicho previamente que el resultado final podría conocerse entre tres y cinco días después de los comicios, pero el domingo en la noche no dio un plazo. La ley contempla siete días.
A falta de resultados oficiales, los bolivianos se mantenían pegados las pantallas de televisión para conocer resultados de encuestas de salida no oficiales. Sin embargo, éstas también estaban demoradas, lo que aumentaba el nerviosismo.
Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS) el partido de Morales, llegó como favorito frente al expresidente centrista Carlos Mesa, segundo las encuestas. Si esos resultados fueran confirmados por el cómputo oficial, podría haber segunda vuelta el 28 de noviembre.
El empresario y exlíder cívico de derecha, Luis Fernando Camacho —de la organización CREEMOS y a quien los sondeos ubican tercero— podría resultar clave en una eventual disputa entre Arce y Mesa en el caso que ninguno gane en primer vuelta y que tengan que ir a un balotaje, como pronostican las encuestas.
Por la noche, ante la incertidumbre, los analistas se mostraban cautos. Las elecciones fueron reñidas y “cualquier resultado puede darse” entre Arce y Mesa, , comentó la exdiputada y analista Jimena Costa.
Comicios en un clima muy polarizado
Los bolivianos arribaron a los comicios en medio de un clima polarizado tras la anulación de las elecciones del año pasado por denuncias de fraude, que provocaron un estallido social que dejó 36 muertos y forzó la renuncia de Morales tras 14 años en el poder.
La pandemia agravó la polarización y el país vivió una campaña tensa.
“La gente se volcó a las urnas porque quieren de una vez descongestionar esta crisis política”, dijo Franklin Pareja, profesor de ciencia política de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, horas antes a la radio local.