En memoria de Jesús Enrique Armenteros Rius

En memoria de  Jesús Enrique Armenteros Rius

El dinero no tiene valor en sí mismo. Es el uso que le damos que lo valoriza. Enrique en su vida empresarial y filantrópica estuvo siempre consciente de esto. Cuando visitó a Balaguer para que le concediera el permiso y los terrenos para la Reserva científica de Ébano Verde, la respuesta de Balaguer fue que todos los terrenos que aportaban a la preservación del medio ambiente debían ser incorporados a parques nacionales, propiedad del Estado y administrados por el esquema que él proponía. La respuesta de Enrique fue: Empecemos por Ébano Verde.
Mi querido primo Enrique es uno de los empresarios más admirados y queridos por su dedicación a proteger el medio ambiente de la RD.
Sus logros como empresario son muchos y muy conocidos, pero lo que lo hace uno de los filántropos más admirado de la RD fue su dedicación a la conservación de la naturaleza y la protección del área donde nacen los ríos más importantes.
Una visita al Parque nos renueva la esperanza de que nuestro medio ambiente puede ser preservado.
(Para aquellos bibliófilos empedernidos, en el capítulo 11 del libro Colapso, de Jack Diamond compara los efectos positivos y negativos en RD y en Haití en este tema ambiental tan importante).
La protección y conservación de la Reserva Científica de Ébano Verde debe convertirse en una tarea de todos los dominicanos y muy particularmente de individuos e instituciones filantrópicas. Familias como los Vicini, los León, los Ramos, los Corripio, los Perelló, los Bonetti, e instituciones bancarias deben apoyar este proyecto y promover la incorporación de nuevas áreas. De eso dependerá la calidad de vida en la RD.
Don Enrique fue el pionero. El mejor tributo que podemos ofrecerle a su memoria es continuar su obra de preservación.

Publicaciones Relacionadas