EN MILIMETROS. Con Tirsteza

EN MILIMETROS. Con Tirsteza

Ildefonso Ureña

En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven. Nicolás Maquiavelo

Con tristeza a la hora de escribir sobre la grave noticia de la suspensión de nuestro querido Robinson Cano, un jugador con grandes cualidades que por sus suspensiones por el uso de sustancias prohibidas, podría haber cerrado las puertas que lo encaminaban al exclusivo círculo del Salón De La Fama de Cooperstown.

Con unos de los swings más dulces en el mundo del béisbol al mínimo esfuerzo, de personalidad muy afable.

No quiero desligar esta situación, con la fama que tenemos los dominicanos de usar los caminos cortos, esta actitud se traslada a todos los ámbitos de la sociedad. El camino corto nos lleva por senderos inciertos hacia una confrontación permanente, a un salto al vacío, cimentado en la falta de valores y la poca integridad en nuestro accionar.

Los números de Cano, nos deja un mensaje bastante claro al momento de la suspensión: un average de bateo de: 303 y acumulando de 334 vuelacercas, con más de 2500 imparables, 8 juegos de estrellas, dos guantes de oro, si miramos las estadísticas vemos que su WAR (Wining Above Replacement). Cuya traducción sería: “Victorias por encima del nivel de remplazo”. En términos más simples, representa la cantidad de “victorias” que un jugador aporta a un equipo con su nivel de juego, al ser comparado con un “jugador de nivel de reemplazo “ha estado en 6 temporadas en los primeros 10 jugadores del Big Show. Ha permanecido más de diez temporadas como las segundas bases que más han jugado en su posición. Si lo comparamos con los jugadores activos aparece en varios renglones en las primeras posiciones, sin mencionar los títulos de serie mundial.

Robinson nos ha demostrado su ética de trabajo y su amor hacia el arte de batear. No queremos juzgarlo, más bien todo lo contrario.

En los últimos años hemos visto los esfuerzos realizados por las Grandes Ligas por educar a los padres y niños desde temprana edad, ante el peligro de las sustancias prohibidas y en las políticas establecidas por la institución.

Sirva este momento como una reflexión de lo que necesitamos como país en todos los ámbitos de nuestra vida, social, político, familiar. Esperanzado continuamos apostando a nuestro país, a nuestra marca, diciendo siempre Dios Patria y Libertad.

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