Google y Ford buscan coproducir vehículos autónomos

Google y Ford buscan coproducir vehículos autónomos

En momentos en que la industria automotriz se encuentra al borde de su futuro autónomo, entusiastas e integrantes del sector se preparan para un choque de titanes que enfrentará a los gigantes de Detroit contra los ágiles miembros de Silicon Valley.
Pero un nuevo acuerdo entre Ford y Google para la coproducción de vehículos autónomos es el mayor indicio hasta la fecha de que el tan esperado día apocalíptico tal vez nunca llegue.

Cuando Google empezó a desarrollar y probar su tecnología de autos autónomos, usó vehículos de producción modificados –en su mayor parte Toyota Prius e híbridos Lexus RX- para probar su sistema de sensores basado en láser.

La tecnología, sin embargo, siguió siendo una rareza, un “experimento científico” que habitaba en la mente de los profesionales de la industria automotriz. Así fueron las cosas hasta mayo de 2014, cuando Google dio a conocer su primer prototipo autónomo.

Sin controles humanos de ningún tipo, el vehículo ilustró la inmensa ambición del gigante de búsquedas de Internet: desbaratar la tradicional propiedad de autos con un nuevo paradigma de movilidad que nada le debe al siglo de la evolución automotriz.

En los 18 meses que pasaron desde entonces, la audacia de Google ha sacado la tecnología de autos autónomos del laboratorio y la ha lanzado a la conversación pública.

Al combinar la promesa de una movilidad cómoda con el popular relato innovador de Silicon Valley, Google ha impulsado a las viejas compañías hacia un futuro en el cual la demanda de autos podría caer 40 por ciento. Por lo que parece, ahora Ford ha optado por abandonar el camino de la confrontación.

Los detalles del acuerdo entre Google y Ford, sobre el que Yahoo Autos aún no son claros. Hasta que ambas compañías participen el mes que viene en la próxima Feria de Productos Electrónicos de Consumo en Las Vegas, no se darán detalles. Es evidente que habrá un cambio: al unir su suerte a la tecnología de software que desarrolla Google, Ford ha roto con lo que Chunka Mui, escritor de tecnología, llama “el dilema del prisionero de la industria automotriz”.

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¿Declinación?

La decisión de Ford podría acelerar la declinación de la industria tradicional, pero al acceder de forma temprana a la mesa y sentarse junto a Google, la firma se ha asegurado una posición relevante en el nuevo paradigma de movilidad. ¿Ford seguirá diseñando autos tradicionales con el software de Google a los efectos de la mera provisión de un nuevo nivel de funcionalidad automatizada? ¿O el romance Detroit-Silicon Valley anuncia una revolución en la filosofía de diseño y la línea de productos de Ford? Son elementos que Ford y Google evalúan.

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