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México, (AP).- Los cadáveres de por lo menos 38 personas asesinadas fueron encontrados el viernes en siete fosas clandestinas en las afueras de Monterrey, en el estado norteño de Nuevo León, informaron autoridades.
Los investigadores utilizaban maquinaria pesada para buscar más cadáveres en una zona rural a las afueras de la tercera ciudad más grande de México, informaron medios locales. Las fotografías mostraron algunas manchas negras en el suelo, lo que sugiere que algunos cadáveres pudieron haber sido quemados.
El procurador de justicia del estado de Nuevo León Alejandro Garza y Garza dijo que las autoridades aún deben inspeccionar tres fosas más donde podría haber cadáveres. Agregó que 36 de las víctimas eran hombres y las otras dos mujeres.
La procuraduría estatal agregó que se trasladaría más equipo para buscar los restos.
Algunos cuerpos estaban en un estado avanzado de descomposición por lo que no era posible identificarlos de forma inmediata, señaló la procuraduría.
ejército no proporcionó información inmediata sobre la forma en la que se localizaron las fosas.
Al parecer las fosas clandestinas, que fueron descubiertas el jueves, eran usadas por bandas de narcotraficantes que operan en la zona.
La guerra contra el narcotráfico en México ha causado más de 24.800 muertes desde que el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles de las drogas tras asumir el cargo en diciembre de 2006.
Los cárteles suelen utilizar fosas para deshacerse de sus víctimas. En mayo la policía de Taxco, en el estado de Guerrero, descubrió 55 cadáveres en una mina de plata abandonada.
También el viernes la Secretaría de la Defensa Nacional informó en un comunicado que había confiscado 26 kilos (57 libras) de un explosivo en gel tras dos enfrentamientos con hombres armados que resultaron muertos en la zona montañosa del estado de Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos.
Las autoridades estatales reportaron el jueves el tiroteo entre los efectivos y los sospechosos y dijeron que ocho hombres habían muerto cerca del pueblo de Madera a unos 230 kilómetros al sur de la frontera con Estados Unidos, pero no dieron otros detalles.
La secretaría de la Defensa informó que habían muerto nueve hombres armados en dos choques y que los militares habían confiscado uniformes del ejército, siete teléfonos satelitales, dos motocicletas 4X4 y diez autos.
La semana pasada los delincuentes realizaron una ofensiva inaudita en México al detonar un auto bomba. En el ataque, ocurrido en Ciudad Juárez, murió un policía federal y dos personas más.
El viernes, en la graduación de una academia militar Calderón afirmó que «no hay fuerza mayor que la del Estado» y que se redoblará la lucha contra el crimen organizado.
«El crimen organizado no sólo es hoy la mayor amenaza al bienestar y progreso de las familias mexicanas, sino también el mayor peligro para las libertades…Y por eso, reitero que la mejor manera de honrar la memoria de nuestros héroes patrios es redoblar la batalla por preservar la libertad y la seguridad de los mexicanos», expresó.
