BERGISCH GLADBACH, Alemania (AP)._ Unos 20.000 guardias privados trabajarán para proveer seguridad en la Copa del Mundo. La FIFA contrató compañías que suplirán 16.000 guardias, que trabajarán mayormente en hoteles e instalaciones de práctica.

Los estadios serán vigilados por las mismas fuerzas de seguridad que se encargan de los partidos de la Bundesliga.

«Conocen los lugares y sus puntos vulnerables’’, dijo Ralf Bruemmer, directivo de la compañía Securitas que se llevó la mayor tajada del contrato con la FIFA para proveer guardias.

Estados Unidos contará con su propia seguridad, pero Securitas se encargará de Irán, otro equipo que encara amenazas de violencia de parte de disidentes y grupos terroristas opuestos al gobierno iraní. Los empleados de Securitas no estarán armados y trabajarán hombro a hombro con la policía alemana.

Aumento de actos racistas.

BERLIN. (AFP) – La preocupación por las agresiones racistas que se multiplican antes de la Copa del Mundo de fútbol (9 de junio al 9 de julio) aumenta en Alemania, hasta el punto de que ya hay quien recomienda a los visitantes extranjeros que no viajen a ciertas regiones de la ex-RDA.

¿Realmente hay ‘zonas prohibidas’ para los negros en Alemania? El Consejo de Africanos, federación de asociaciones de inmigrantes africanos, publicará en breve una lista de los barrios, bares y discotecas de la región de Berlín en los que no son bienvenidos los extranjeros de color.

Con esa lista de “no-go areas”, quieren denunciar públicamente una lacra presente en las regiones de la antigua República Democrática Alemana desde la reunificación.

Desde la caída del Muro de Berlín en 1989, al menos 135 personas fueron asesinadas por motivos racistas, según la Fundación Amadeu-Antonio de lucha contra la xenofobia.

Durante el Mundial-2006, en el que Alemania aparecer como un país tolerante y abierto al mundo, se espera la presencia de tres millones y medio de personas, incluido un millón de extranjeros.

Pero un ex portavoz gubernamental, Uwe-Karsten Heye, causó un gran revuelo al “aconsejar” a los extranjeros “de color de piel diferente” que no vayan a “ciertas pequeñas o medianas ciudades de Brandemburgo (la región que rodea Berlín)”.