Najayo Arriba Fuerte Resolí. La falta de dos escuelas, la terminación de los trabajos del acueducto y la reconstrucción de las carreteras para comunicarse con otras comunidades son las principales prioridades de la sección Najayo Arriba Fuerte Resolí, situado en el oeste de San Cristóbal.

En la comunidad de Zorra Buena no hay escuelas desde año 1979, cuando el ciclón David arrasó con una estructura de madera que había sido construida en 1955 por la comunidad y donde los niños recibían el pan de la enseñanza.

Mientras en el sector de Pozo Prieto los niños reciben clases en una rancheta construida con materiales sobrantes de reconstrucciones que se hicieron tras el paso del huracán George por el territorio nacional en 1999.

Estas localidades siguen en esta situación, a pesar de que donaron los terrenos al Ministerio de Educación para que se construyan dos centros educativos.

Los dirigentes comunitarios Benjamín Febrillet, Luisito Febrillet, Juan Pérez y Adonis Sierra explicaron que llevan años batallando ante las autoridades locales y nacionales para que sean satisfechos los reclamos de la comunidad.

Febrillet, quien fungió de vocero de los comunitarios, pidió al director del Instituto Nacional Aguas Potables y Alcantarillado (INAPA), ingeniero Alberto Holguín, que sea terminado cuanto antes el acueducto múltiple.

Dijo que es penoso ver la gente de muchas comunidades de Najayo Arriba buscando agua en forma rudimentaria, mientras otros tienen que disponer recursos extraordinarios para adquirir el preciado líquido.

Demandó, además, la construcción de la carreteras de Najayo Arriba –La Gallarda – Najayo -La Cueva, Najayo-Cambita Sterlign y Najayo-Mana, que servirán para dinamizar la comunicación entre estas comunidades.

Exigió la construcción de un complejo deportivo en los terrenos donados por Olivo Rivera para estos fines y en aras de garantizarle un espacio a la juventud ante las tentaciones de las drogas y otros vicios que ponen en peligro la familia en la actualidad.

Najayo Arriba Fuerte Resolí es una de las comunidades más antiguas de San Cristóbal, donde en el año 1821 el ejército haitiano construyó una fortaleza en víspera de tomar el control de la isla en 1822, según algunos textos históricos.