En Navidad, ¡ojo con el exceso de alimentos!

En Navidad, ¡ojo con el exceso de alimentos!

La celebración del nacimiento de Jesucristo es lo razón de que en el mes de diciembre sea la época para fiestas de todo tipo en nuestra sociedad, ya sean reuniones familiares, laborales, angelitos, regalos gubernamentales de fundas y cajas de alimentos, ventas informales masivas de alimentos caseros, etc.

La época navideña es el periodo de mayor riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos, ya sean intoxicaciones o infecciones, sean casos aislados o masivos. Existe diferencia entre una intoxicación y una infección, ya que las intoxicaciones están relacionadas a toxinas y las infecciones a bacterias, parásitos, virus u hongos.

Los síntomas pueden durar varios días e incluyen vómitos, diarreas, dolores abdominales y fiebre. También pueden presentarse síntomas neurológicos, ojos hinchados, dificultades renales, visión doble. La duración e intensidad pueden variar de acuerdo con el alimento, la cantidad consumida y a la salud de las personas.

Es evidente que los alimentos con cambio de color, olor y sabor tienen riesgo de contaminación; la mala noticia es que aún alimentos que conserven adecuado olor y sabor también pueden se riesgosos, sobre todo en un país donde por la falta de energía eléctrica por largas horas no pueda garantizar conservar los alimentos en frío (menor de 5 grados C).

Si a las dos horas de consumir alimentos presenta náuseas, vómitos o dolor abdominal, lo más probable es que esté intoxicado; las infecciones presentan sus síntomas más frecuentemente luego de las 6 horas.

Diez enemigos para un alimento sano son: enfriamiento inadecuado, preparación con demasiada anticipación antes de comerlos, almacenamiento inadecuado, conservación a temperatura ambiente, cocción insuficiente, conservación caliente a temperatura inadecuada, higiene personal inadecuada, contaminación cruzada, ingredientes de origen dudoso y contacto de alimento con animales y/o excrementos.

Las bacterias pueden duplicarse cada 20 minutos, por lo que mientras más tiempo están los alimentos expuestos, mayor presencia bacteriana; hay alimentos que favorecen más que otros la contaminación, como la mayonesa, las salsas, los huevos, las conservas, mientras que otros disminuyen los riesgos de contaminación, como ocurre con los alimentos salados y fritos, (aunque estos aumenten otros riesgos como HTA y aumento de colesterol).

Los microorganismos pueden ser transportados en las manos, las uñas, la ropa, los utensilios, las superficies de las cocinas, por lo que estos se vuelven fuentes de contaminación.

En las fiestas de Navidad y fin de año, tanto las comidas como las bebidas alcohólicas son protagonistas, por lo que los excesos y los abusos -desde intoxicar con alcohol a niños hasta hacer competencias de quien más las consume- son más frecuentes. El año pasado perdieron la vida varios niños por irresponsabilidad de adultos.

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