En nombre del amor

En nombre del amor

SONIA VARGAS
En estos tiempos de Navidad, ya agobiados con tantas noticias, en diferentes renglones, político-sociales, la jugada que nos hizo naturaleza con el paso de Noel y demás.

 Al igual que yo, muchos quieren leer poesías, escuchar música, tomarse un vino al pie del CD de Lágrimas negras, o el de su preferencia, pero al fin música maestro, algo que nos inmune el alma, el cuerpo y el espíritu, con la hermosa melodía de una canción o de una frase susurrada.

Puede ser también un tierno abrazo de aquel o aquella que habita en su corazón, sentir la pasión desgarradora y ansiosa, y entre gestos y movimientos descubrí qué es el amor, y qué se siente cuando nos atrapa, saber que la vida es una oportunidad única, recordar que el cartero de la vida no pasa dos veces, que el único pecado imperdonable es no vivir, entregarse a una muerte anticipada, mientras la sangre corre por nuestras venas, saber que vivir no es solo estar en vida, es participar en la fiesta, actuar, interpretar un papel con autenticidad y con convencimiento, que vivir es ser y conocer, saber por propia experiencia qué es el amor, a qué saben los besos, qué se siente cuando se llega a la cumbre del placer, que se pierde cuando un amor se olvida, vivir es saber por propia experiencia qué es el amor, qué se siente cuando un amigo nos pone la mano en el hombro, cuando llega el momento de una despedida, cuando  tropezamos y tenemos que levantarnos, y volver a la lucha, realmente vivir es estar vivo y parecerlo, saltar de la cama cada mañana como si todo fuera nuevo.

Como si fuera el primer día, aprovechar cada momento como si fuera el último, porque esos instantes que se van no vuelven, no dejar que nadie te quite tu derecho a vivir, mientras nos sintamos vivos vamos a exprimir la vida.

Dar gracias a la vida, por detener tu mirada, en la mía, de saber descubrir, de interpretar, gracias a la vida por la valentía, por el coraje, por la iniciativa, la capacidad de perdonar y pedir perdón.

Todo esto en nombre del amor, no el amor propiamente dicho de hombre y mujer, aunque éste es uno de los que más queremos afinar en nuestras vidas y tener a nuestro lado esa pareja, que nos proponemos tener, pero no esa relación asfixiante, torpe, la que quiere perfeccionar al otro, la que quiere borrar tu pasado, esa que quiere en ti hacerte a su imagen y semejanza, no me refiero a ese tipo de relación, sino esa que nos permite ser cual somos, con la carga de historias, con la huellas del alma, y con la vigor de una tigresa.

En nombre del amor hacemos muchas cosas, es muy cierto que es uno de los mejores estados del ser humano, sentirse amada o amado, cada vez que llega un amor renacemos de nuevo, esa felicidad brota por nuestros ojos, a la verdad que en nombre del amor construimos historias, sueños, escribimos artículos, poesías, canciones, ese amor relajado ligero y sin presión.

Y examinando la tesis del amor, no a la luz de la percepciones contemporáneas, si no ese amor sin limites, y poético, la gente cada día aprendido a entregar amor, sin fronteras, sin límites, en nombre del amor finalizamos el año, y comenzamos otro, en nombre del amor esperamos un hermoso atardecer, un tierno suspiro, un profundo sollozo, ese roce por la piel que es capaz de consumirnos.

Aprovecho para desearle una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.

¡Qué viva el amor!

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