Por CARLOS NINA GóMEZ
De la Hoya y Mayweather se tienen ganas. Ambos, en diferentes conferencias de prensa, se han dicho de todo.

Pero Mayweather, quien irá en busca de su quinta corona mundial en otras tantas divisiones, ha sido más parlanchín. Hasta ha pronunciado palabras impublicables fundamentadas en un lenguaje soez.

Afirma que “no hay forma” de que pierda ante su veterano rival. No obstante, sabe aunque no lo externe públicamente, que la del próximo sábado será la pelea más peligrosa de su exitosa carrera. Quizás no ocurra igual con De la Hoya, observan analistas, pues éste ha tenido otros duros enfrentamientos.

 Se citan los combates que sostuvo ante Pernell Whitakar, Bernard Hopkins, Félix -Tito- Trinidad, Shane Mosley, Fernando Vargas y Félix Sturn.

 Mayweather se ha comportado, en cada uno de los encuentros en el que ha chocado cara a cara con De la Hoya, como un guerrero verbal.  Muchos piensan que ese encendido verbo tendrá que ponerlo en práctica, unido a su excelente calidad, encima del cuadrilátero. La realidad es, de acuerdo con el consenso de analistas, que De la Hoya y Mayweather tendrán que demostrar, con los hechos, que son los más efcientes boxeadores de la actualidad.

 Y que no es “casual” que en el combate que van a protagonizar el próximo sábado habrá envueltos más de 150 millones de dólares. Nunca antes, se precisa, había tanto dinero de por medio en una pelea del boxeo profesional. Ni suiquiera aquellas en las que Mike Tyson, en el apogeo de su carrera -finales de la década de los 80s y principios de los 90s-, era un imbatible campeón del peso completo.

La guerra verbal que antecede a la batalla del cinco de mayo en el MGM de Las Vegas, Nevada, “tiene su razón”.

Porque un combate en el que cada uno de sus protagonistas vaya a recibir las más altas bolsas, tiene que despertar, para fines de publicidad y mercadeo, el más grande interés entre los aficionados. Floyd Mayweather, en eso de publicitarse a propósito del millonario pleito de puños enguantados con el Golden Boy, ha sido más ruidoso que su rival.

Pero también es significativo apuntar que Mayweather y De la Hoy, al referirse al esperado combate, hablan bien en serio…¡no es cuestión sólo de publicitar la pelea!. En sus declaraciones a la prensa también salen a “flote” el ego, el orgullo, la dignidad, “el honor de macho” y el sentimiento de ganar de cada uno.

Una pelea a “sangre y fuego”

En lo que coinciden todos los expertos, sin excepción, es que la pelea De la Hoya-Mayweather tendrá una categoría de 1-A. Esto significa que “no habrá triquiñuelas” y mucho menos su resultado ocasionará rebatiñas por parte de los contendores y sus apoderados.

 Se tiene la seguridad de que será un combate limpio en el que los peleadores actuarán en base al respeto de los exigentes reglamentos del boxeo.

En efecto, en las historias de ambos gladiadores no se conocen acciones de ellos reñidas con el buen arte del boxeo.

 Por tal razón el próximo sábado todo el orbe boxístico presenciará una pelea limpia, acorde con lo que establecen los reglamentos del boxeo.

Asimismo, y partiendo de la estelaridad de ambos púgiles, será una pelea de tú a tú, sagrienta, por demás. Una reyerta a sangre y fuego.

De la Hoya, único boxeador en conquistar seis fajas mundiales diferentes (ha ganado los siguientes títulos: ligero júnior, ligero, welter júnior, welter, mediano júnior y mediano), tendrá, quizás, su mayor reto en su carrera de 15 años. Igualmente sabe que va a contender con un peligroso enemigo…un rival cinco años menor, que no conoce el fracaso (invicto en 37 peleas) y que, asimismo, es un científico del boxeo.

Se resalta en Mayweather que, además de presentar un limpio expediente profesional, ha sido monarca mundial en cuatro categorías: Ligero júnior, ligero, welter júnior y welter.

En cada una de esas divisiones ha dejado huellas positivas. Aunque cuando enfrentó a Zab Judah tuvo algunos inconvenientes, finalmente lo pudo derrotar y rener el cinturón welter sin mayores dificultades.

De igual modo los analistas creen que por la capacidad de De la Hoya, quien también es un buen expondente del arte boxístico, el pleito será bien reñido. Será una dura batalla de principio a fin. De principio a fin porque los expertos tienen la convicción de que el combate cubrirá los 12 asaltos. Empero, algunos analistas, que son los menos, no descartan que el pleito termine antes del límite y se produzca un nocaut.

Estos mismos teóricos precisan que si la pelea concluye por nocaut, el mismo no será flat. Sería por nocaut técnico o por cortadura.

Excepción del análisis: Si hay un nocaut flat, que le cuenten los diez segundos a uno de los contendores, sería a favor del campeón.

 Pero esta importante parte del análisis se expondrá, con serios argumentos, en la última entrega de la presente serie.