La situación de salud de los internos en el penal de La Victoria está controlada, y de más de 40 afectados por un “brote diarréico” solo quedan 20 bajo cuidados médicos, afirmó ayer el director general de Prisiones, Tomás Holguín La Paz.

Expresó que están a la espera del diagnóstico oficial del Ministerio de Salud Pública, sobre el tipo de enfermedad, que a la fecha ha dejado cuatro muertos en ese recinto carcelario.

“Esos 20 reclusos los estamos canalizando en el dispensario que funciona en el penal; había otros seis en un espacio que se habilitó en el hospital de la comunidad La Victoria, y ayer fueron despachados cinco”, dijo.

Informó que el brote de diarrea inició el lunes 29 de febrero, y que de inmediato se aplicó el protocolo, en el cual intervienen la Procuraduría General, Salud Pública, Cruz Roja y los Bomberos.

“Se inició una investigación interna para buscar la vía de conducción de la bacteria que ha provocado la situación; ver si es el agua, la comida, etcétera. Mientras tanto se han tomado los correctivos de lugar como higienización del penal, salubridad, clorificación del agua; mucha educación sobre higiene con los internos”, maifestó Holguín.

Demolición no es solución. El director de Prisiones consideró que la demolición de ese penal no es la solución al problema de los 8,000 internos que hay allí, sino construir nuevas áreas en el mismo terreno para más espacio, “porque si se demuele, ¿dónde serían colocados esos 8,000?