En un lapso de diez horas cuatro personas murieron en hechos vinculados a la violencia intrafamiliar, según las autoridades, en los cuales los dos agresores se suicidaron tras cometer los crímenes.
La mañana de ayer los moradores de la calle San Antonio, en Los Altos de Sabana Perdida, en Santo Domingo Norte, despertaron con el ruido de cinco impactos de bala que terminaron con la vida de una pareja residente en ese sector.
Al escuchar los disparos los vecinos corrieron a la residencia, y fue cuando encontraron la trágica escena. La cabo de la Policía Virginia Pérez García, de 30 años, yacía tirada sobre la escalera trasera de la residencia, mientras que su pareja, Juan Carlos Aybar, de 37 años, se encontraba tirado en el piso, con un balazo en la cabeza, tras haberle quitado la vida a su mujer.
Agentes de la Policía Nacional y miembros del Ministerio Público acudieron al lugar y de inmediato iniciaron una investigación. En el lugar del crimen encontraron la pistola de la agente asesinada y varios casquillos más.
Reconciliación. De acuerdo a las versiones, la pareja se encontraba en proceso de reconciliación, por lo que los vecinos dicen no entender qué detonó la tragedia, puesto que se trataba de “una familia tranquila, que no mantenían problemas”.

“No me explico cómo pudo pasar algo así. Antes de ocurrir el hecho el niño vino al colmado a comprar un café, como de costumbre, y como a las 8:30 de la mañana escuchamos los disparos”, contó Jorge de la Cruz.

De igual modo, miembros de la Policía Nacional describieron a la víctima como una persona trabajadora, alegre y responsable.
La agente policial dejó en la orfandad un niño de 8 años, procreado en una relación anterior, mientras que su agresor procreó una niña de 6 años con otra mujer.
A escasos kilómetros. Mientras que en el barrio Katanga, en el sector Los Mina, Santo Domingo Este, también causó consternación la muerte a tiros de un hombre en manos de un capitán de la PN, quien además hirió a tres personas, incluyendo su pareja, y se suicidó en una cabaña de Juan Dolio, San Pedro de Macorís.
Para los moradores de la calle R-2, de Katanga, resultó toda una sorpresa que el capitán Luis Antonio Aybar Rivera matara la noche del pasado domingo a José Wilfredo Ureña Mora, ya que se trataban como amigos cercanos.
“Eran como compadres ellos, demasiado amigos. Nadie pensaba que eso podía pasar”, expresó Andrés Salomón.
Mientras que los tres heridos de bala son Rodolfo David Rodríguez, Gervasia Adón y Katherine Marlene Marte Hubiera, quien era pareja del oficial. Esta última se encuentra estable, según informaciones preliminares.
El organismo policial adelantó que manejan la hipótesis de que el hecho fue causado por problemas entre la pareja.