Santiago de Chile. – Durante el primer semestre de este año un total de 20.196 haitianos llegaron a Chile, a un ritmo de 110 cada día, según datos de la Policía de Investigaciones que publica hoy el diario El Mercurio.
La cifra total supera ocho veces la cantidad de inmigrantes procedentes de Haití que llegaron a Chile en todo el año 2013 (2.428), que desde entonces suman un total de 41.065, de los que 4.404, equivalentes a un 11 por ciento, han dejado posteriormente el país.
Según los haitianos, los comentarios sobre la estabilidad económica de Chile, con más posibilidades laborales, que escuchaban en conversaciones en las calles de su país es la principal causa que los impulsó a viajar, además del hecho de que en el país austral ya existe una comunidad asentada de haitianos residentes.
Sin embargo, llegan con visados de turistas y la falta de documentos les dificulta la búsqueda de empleo y por lo regular tardan varios meses en encontrar alguna ocupación.
Benito Baranda, presidente ejecutivo de la ONG América Solidaria, dijo al periódico que a esos motivos se suma la presencia de tropas chilenas en la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), que ha hecho surgir vínculos entre los haitianos y militares.
A Miguel Yaksic, director del Servicio Jesuita a Migrantes, le ha llamado la atención el creciente número de haitianos que llegan a Chile no en avión, sino en autobuses provenientes de Brasil, a través de la Cordillera de Los Andes.
Para Yaksic, el flujo de haitianos supone nuevos desafíos para Chile, en términos de idioma y cultura, que son menos complicados en los casos de inmigrantes peruanos, bolivianos o colombianos, que son los contingentes más numerosos.
En Santiago, los haitianos se han asentado principalmente en municipios periféricos o de bajos ingresos, y muchos no renuevan sus visados de turistas, que duran 90 días y se quedan de forma irregular en Chile.
Encontrar un trabajo estable “se ha hecho más difícil”, según Marcio Toniazzo, párroco de la Parroquia Latinoamericana y director de la Casa de Acogida a Migrantes, que precisa que las mujeres buscan empleo como empleadas domésticas, “pero en las entrevistas no pertenecen al grupo de los que son contratadas».
No obstante, el sacerdote calcula que el flujo no disminuirá y que otros 20.000 haitianos pueden llegar en el segundo semestre, “porque estos ciudadanos siguen creyendo que podrán ingresar al mundo laboral sin problemas».
Para Rodrigo Sandoval, director de Extranjería del Ministerio del Interior, el problema está en que la migración “ha quedado en manos del mercado y no del Estado».
“Las personas vienen adonde creen que van a ganar más plata y no existen las herramientas legales para decirles que las cosas ya no están tan buenas y que no hay tantos puestos de trabajo».
A su juicio, hace falta una nueva ley de Inmigración pues actualmente “sólo podemos ser testigos de estos flujos migratorios»