Hoy 
La primera visión, pese a que ya era de noche, era la elegancia y esbeltez de los marines, impecablemente vestidos de blanco, quienes con cordialidad guiaban a los invitados hacia el interior del barco de procedencia brasileña, donde diplomáticos y relacionados al comercio entre Brasil y República Dominicana ofrecieron una recepción de bienvenida a la tripulación del buque escuela Cisne Branco.
Los anfitriones, entre ellos el capitán Paulo Vinicius, representantes de la embajada de Brasil y de la Cámara Domínico-Brasileña, recibieron allí a los invitados, miembros del Cuerpo Diplomático, de los cuerpos castrenses, empresarios y personalidades de otras áreas, quienes compartieron con la tripulación a bordo del buque velero, en cuyo ambiente los presentes degustaron un brindis de variedad de tragos, mariscos y finos bocados, al tiempo que intercambiaban amenas conversaciones bajo la luz de la luna y salpicones de agua fresca que golpea las orillas del río Ozama.
La embarcación Cisne Branco llegó al puerto San Diego el pasado martes y estuvo en el país hasta hoy, tiempo de permanencia que permitió la visita del público interesado en conocer la casa flotante de los marines brasileños.
Para llegar al país, el buque velero Cisne Branco partió desde el puerto de Belén, ubicado en la ribera del río Amazonas, en Brasil, atractivo puerto en el que los visitantes tienen una hermosa vista panorámica, tanto del río como de éste. Al concluir su estadía en el país, motivada a fortalecer las relaciones culturales y comerciales entre ambas naciones, zarpará hacia Estados Unidos, con un itinerario que tocará diversos puertos.
La misión del buque velero es descubrir y promover la tradición brasileña, así como participar de los más importantes eventos náuticos, en representación de la Marina de Guerra de Brasil.
A bordo del buque sus ocupantes disfrutan de heroicos y fascinantes días en el mar, tanto en actividades educativas como de otras índoles.
Buque velero cisne branco
Fue construido en 1998 y, dos años más tarde inició su misión a cargo de la Marina de Guerra de Brasil, recorriendo los océanos del mundo.
Es un velero amplio, confortable y seguro, que cumple con todas las reglas de la navegación. Tiene una dimensión de 249.000 pies; capacidad de 1.038 toneladas, 46,40 metros de altura y capacidad para 83 personas. En esta oportunidad atracó en el puerto de San Diego con un total de 52 tripulantes, 42 marines y 10 oficiales.
