¿En qué consiste la honra?

¿En qué consiste la honra?

Acabo de terminar de escribir un libro cuya investigación me obligó a escarbar entre viejos archivos y a releer algunos viejos artículos. Sentí ganas de llorar al ver cómo once años después de publicada, una de mis columnas “Día por día”, que salían en la página dos del Listín Diario, puede perfectamente releerse hoy sin perder actualidad. Es del día 6 de agosto de 2001 y aquí va tal cual: 

“¿En qué consiste, para los dominicanos que hacen vida pública, la honra? La más fácil definición sería la buena fama. Pero veamos: ¿tienen buena o mala fama los cinco primeros hombres o mujeres que le vengan a usted a la mente, que hayan pasado por la administración pública?

“No se trata de una pregunta retórica ni de un juego, pues lo que me llama la atención es que aquí, entre nosotros, la buena fama al parecer tiene poco que ver con el sentimiento de dignidad moral, del cual en épocas pretéritas nuestros abuelos podían enorgullecerse, porque créanlo o no las generaciones actuales, aquí hubo un tiempo en que ser un hombre de bien, honesto y serio, era un timbre de orgullo tanto para esa persona como para sus familiares y amigos.

“Me temo que en la actualidad, el honor no vale tanto. Lo que sí cuenta son otras cosas que cuestan mucho pero valen poco, porque para tenerlas lo único que hace falta es dinero, sin importar cómo se consiguió. Quizás por eso oí hace poco a un hombre de edad mediana, como yo, que dijo que a lo único que temía era a faltarle a sus hijos. Pero no por las enseñanzas que pudiera darles sino por no poder proveerles las “cosas buenas” de la vida.

Es lo más normal querer proveer lo mejor, darles a los niños filete en vez de bofe. Aún así me parece que después de criados pocos se acuerdan del menú.

“Debemos rescatar la importancia de la honra, de saber ganarla y merecerla.

Sólo la sanción social, moral, la condena de pasar vergüenza, sirve para lo que digo. Pero en estos días nadie se avergüenza de nada, sólo de ser pobre”.  (fin del viejo artículo)

Anteriormente me he referido al desdichado “esprit de corps” de los partidos. El día que los propios partidos deseen purgarse, como resultado de la democracia interna, habremos comenzado… 

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