RD pudiera ser de los primeros países de la región en aprovechar los frutos de la nueva siembra que está haciendo la Cepal
Estando la República Dominicana en la antesala de una reforma fiscal que había sido pospuesta en unos casos por razones justificables, como la pandemia, y en otros por causas no defendibles, no puede ser más oportuna la participación del país, a través de su Ministerio de Hacienda, y de otros doce países de América Latina y el Caribe en el XXXVI Seminario Regional de Política Fiscal que se acaba de celebrar en la sede de la CEPAL en Santiago de Chile y que reunió a autoridades de los Ministerios de Hacienda de República Dominicana y otros doce países, con el aporte de expertos y reconocidos académicos a nivel mundial.
Y es que esta vez, ante un Estado con un tamaño equivalente a alrededor de un 20% del PIB, con una presión tributaria del 14.2% del PIB, la reforma fiscal parece enrumbarse hacia la inevitabilidad de lo inminente e irreversible, y República Dominicana pudiera ser de los primeros países de la región en aprovechar los frutos de la nueva siembra que está haciendo la Cepal en el terreno fiscal para que los sistemas tributarios de la región permitan financiar bienes públicos como la educación, la salud y la infraestructura, que son centrales para el crecimiento económico, la reducción de las desigualdades y la cohesión social.
Con esos fines es que la Cepal ha abierto un espacio regional “para generar conocimientos, compartir experiencias, aportar a la construcción de posturas comunes y soluciones que orienten a la toma de decisiones para atender los desafíos de política tributaria de forma incluyente, equitativa, sostenible y favorable al crecimiento”.
La meta es lograr la “progresividad del sistema tributario internacional, beneficios tributarios, tributación ambiental, digital y de nuevas formas de trabajo, temas clave tras cumbre de países de Latinoamérica y del Caribe”.
Hay particularmente dos temas hacia los cuales esta iniciativa pone especial atención: el impuesto sobre la renta y el gasto tributario. En cuanto a lo primero, la iniciativa de la plataforma tributaria regional cree que “en la región hay espacio para fortalecer el impuesto sobre la renta personal –que es la principal brecha tributaria con los países de la OCDE– y en otros países sobre la propiedad y la riqueza”.
Los impuestos al consumo representan en la mayoría de los países de la región más de la mitad de la recaudación, mientras que el ISR de personas aporta en el país el 10% de la recaudación y el 11% en la región y el ISR de las empresas representa el 16% en la República Dominicana y el 17% en la región.
Con relación a los incentivos fiscales, se plantea que su costo fiscal puede ser considerable, y durante los últimos 30 años el promedio mundial de ingresos tributarios no percibidos se ha mantenido estable en alrededor de un 4% del PIB, o un 25% de los ingresos tributarios. Para 2023, el gasto tributario estimado para República Dominicana asciende a RD$310,120.7 millones, equivalentes a 4.5% del PIB.
La plataforma tributaria regional sostiene que “evaluar los gastos tributarios en función de los objetivos de política establecidos y de los potenciales efectos indirectos o externalidades que podrían ocasionar es una etapa crucial a la hora de racionalizarlos”.
Y advierte que esos gastos tienen consecuencias sobre la movilización de los recursos internos y la armonización de las políticas fiscales con las estrategias de crecimiento y desarrollo.
Un informe de la Cepal analiza la evaluación de las renuncias tributarias como un elemento fundamental del ciclo de políticas de los gastos tributarios, y se destaca “la necesidad de aplicar marcos integrados que vinculen las evaluaciones ex ante y ex post”.
También se brinda un panorama general del estado de las evaluaciones de los gastos tributarios a nivel mundial, “que demuestra que sigue siendo una esfera relativamente poco desarrollada, no solo en América Latina y el Caribe, sino en todo el mundo”.
Es de esperar que la plataforma tributaria regional sea el punto de apoyo para que RD pueda transitar el terreno fiscal a pasos ciertos y seguros.