¿En qué punto de la END estamos?

¿En qué punto de la END estamos?

La Ley 1-12, de Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 (END), que fue promulgada el 25 de enero del 2012, es un compromiso dirigido a impulsar cuatro ejes fundamentales para influir positivamente en el progreso de los dominicanos. Y aunque ha transcurrido menos de un año desde la puesta en vigencia de esa ley, poco hemos oído decir de los pasos preliminares que se hayan dado, si es que andamos por esos caminos, para empezar a atenuar los profundos niveles de inequidad que nos aquejan.

La Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH) entiende que no puede haber desarrollo sostenible en un país en que el 20% más pobre de la población solo tiene acceso al 4% de la distribución del ingreso, mientras que el 20% más rico se embolsa el 47%. Y nada más cierto. Mientras que las acciones del Estado estén encaminadas solo a subsidiar la pobreza, no se puede pretender crecimiento humano efectivo ni desarrollo integral sostenible.

Sería bueno saber en qué punto de la END estamos plantados y cuánto han hecho los planificadores del Estado para echar a andar esa estrategia que, hasta ahora, parece inmóvil. Hasta ahora, el Estado lo que ha hecho equivale a regalar pescado al hambriento, mientras la END ordena enseñarlo a pescar y a preservar el ambiente en que se crían los peces. ¿En qué punto de la estrategia estamos anclados?.

LA RECETA DE UNOS NIÑOS ESCOLARES

Uno de nuestros problemas sociales más graves es la inseguridad, en todas sus denominaciones y con todos sus factores asociados. Una buena tajada del presupuesto del Estado se gasta en medios de prevención y represión, pero el problema sigue y empeora. Probablemente la solución no sea tan costosa y complicada como la vemos por encerrarnos en nuestros complejos y descartar lo elemental y patético, lo sencillo y práctico.

El sábado, unos 400 niños de la escuela Madre Mazzarello, de María Auxiliadora, caminaron por las calles del sector pidiendo el rescate de valores como honestidad, respeto, responsabilidad, amor, fe, diálogo y tolerancia, que ha perdido la sociedad dominicana, No es que echemos de lado la prevención y la represión, pero éstas podrían ser cada vez menos necesarias si acogiéramos la receta que nos ofrecen esos niños. No vacilemos en hacerles caso.

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