En RD 1.8 millones carecen agua potable

<p>En RD 1.8 millones carecen agua potable</p>

POR JUAN M. RAMIREZ
Un millón ochocientos mil habitantes careen de agua potable porque  actualmente alrededor de 465,000 hogares no tienen acceso al líquido por acueducto, con el agravante de que existe una correlación  entre la falta de servicios de saneamiento adecuado y la mortalidad infantil. Los datos están contenidos en el  Informe Mundial sobre Desarrollo Humano 2006,  del Programa de las Naciones para el Desarrollo (PNUD), dado a conocer ayer en la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD).

 También establece que las provincias que presentan un menor porcentaje de hogares con inodoros y letrinas muestran las tasas más elevadas de mortalidad infantil, como Bahoruco, 28.05%; Monte Plata, 20.97%; San Juan, 18.75%; Azua, 15.38%  y Barahona, 13.41%.

El informe, presentado por Indhira de Jesús, decana de Ingeniería del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) e investigadora  de la Oficina de Desarrollo Humano, señala que al igual que en los promedios mundiales, el problema de acceso al agua y a servicios de saneamiento en el país, afecta más a los pobres.

Precisa que el 61% de los hogares que carecen de una fuente de agua y el 88% de los que no tienen ningún tipo de servicio para la disposición de excretas, son hogares de familias de escasos recursos.

También registra que el 20% más pobres de la población gasta, en proporción a su ingreso, cuatro veces más que lo que gasta el 20% más rico.

El estudio sobre desarrollo humano exhorta  a tomar las decisiones correctas, en términos de asignación de recursos.

De Jesús señaló que en el país se han invertido cuantiosos recursos durante muchos años en el sector agua potable y alcantarillados, sin lograrse los resultados esperados.

Por ello, subrayó, además de aumentar la inversión es necesario mejorar la racionalidad de la asignación de los recursos, así como prestar mayor atención a la gestión de los servicios de agua y saneamiento. Manifestó que  la crisis tiene que ver con la violación del derecho humano básico a tener acceso al agua, lo que da como resultado la muerte mundial  “evitable” de casi 2 millones de niños, enormes desigualdades de género y pérdidas en la creación de riqueza.

Consideró que el estrés de agua supone una gran amenaza al desarrollo humano que se ve en el colapso de sistemas ecológicos, la exacerbación en la competencia por el agua, así como en las tensiones transfronterizas.

Precisó que 1.8 millones de niños mueren cada año en el mundo a consecuencia de la diarrea, lo que equivale a 4, 900 muertes diarias.

Recordó que el número de muertes por diarrea en el 2004 fue seis veces superior a la media de mortalidad anual en los conflictos armados durante la década de los 90.

Asimismo, expuso la pérdida de 443 millones de días  escolares  al año,  debido a enfermedades relacionadas con el agua, en tanto millones de mujeres, niños y niñas dedican hasta cuatro horas al día a buscar agua.

De igual modo, explicó, casi el 50% de las personas en países en desarrollo sufren en algún momento un problema de salud provocado por la falta de agua o saneamiento, desventajas en el ciclo de la vida, restricción de oportunidades y obstáculos para una vida digna. Agregó que el debate sobre cuál es mejor, el sector público o el privado, ha desviado la atención  del mal desempeño  de ambos suministradores de agua.

A la puesta en circulación del informe asistieron el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, doctor Max Puig y el director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), Frank Rodríguez, quienes vincularon las conclusiones del estudio con el trabajo que desempeñan.

Acompañaron en la mesa de honor, el rector de la UCSD, reverendo Ramón Alonso; el representante residente del PNUD, Niky Fabiancic y el coordinador nacional de la Oficina de Desarrollo Humano, Miguel Ceara Hatton.

A la actividad asistieron otros representantes del gobierno, miembros del cuerpo diplomático acreditados en el país, representantes de las agencias  de la ONU y de los organismos de cooperación internacional, empresarios, organizaciones de la sociedad civil y otros invitados.

Publicaciones Relacionadas