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Mujeres iraníes vestidas al estilo occidental, desafían ley islámica
La moda occidental a llegado a irán con gran fuerza, y las mujeres iraní han desafiado  la sharia (ley islámica) y andan por las  calle de Teherán con el rostro al descubierto luciendo lentes de modas y pantalones muy ceñidos  al cuerpo, así como maquillaje excesivo.   En una ocasión la corriente conservadora iraní  pensó en  imponer un «traje nacional» obligatorio en público para hombres y mujeres.

Opera, champán y langosta reúne a ricos y famosos contra el sida

Berlín, (EFE).- Actrices, deportistas, aristócratas, empresarios y políticos alemanes volvieron a congregarse como cada noviembre en la Deutsche Oper para recaudar fondos contra el sida en una gala benéfica que sirvió ópera, champán y langosta a granel.

   Más de 2.300 personas participaron anoche en la gala operística que desde hace catorce años organiza la Fundación alemana contra el Sida, evento que por su alta concentración de ricos y famosos y su amplia resonancia en la prensa, se ha convertido en acto social obligado para quienes son o quieren ser parte de la farándula.

   Las entradas costaron entre 200 y 1.500 euros, dependiendo de si incluían la opción del concierto y derecho a mesa para la cena que se sirvió tras el concierto, que se prolongó en forma de fiesta con baile y barra libre hasta la madrugada.

   «Sabemos que una voz, la de la música, puede llegar allí donde no llegan las palabras», declaró el responsable artístico de la gala, Alard von Rohr, para quien uno de los aspectos negativos del sida sigue siendo la falta de concienciación social y de tolerancia.

   Como en ediciones anteriores, la Fundación editará para su venta al público un CD y un DVD del concierto de esa noche, en el que participaron nueve cantantes solidarios acompañados por la orquesta de la Deutsche Oper de Berlín dirigida por Lawrence Foster.

   Entre los intérpretes, una estrella del panorama operístico internacional, el bajo Matti Salminen, una latinoamericana que se abre camino en el bello canto, la mezzo chilena Ángela Marambio, y habituales en los círculos operísticos berlineses como el tenor Piotr Beczala y las sopranos Nino Machaidze y Krassimira Stoyanova.

   La moderación de la gala, apadrinada por el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, y la Begun Inaara Aga Khan, estuvo en manos del cantante Max Raabbe.

   La lista de rostros conocidos que acudieron a la gala benéfica fue tan larga como la alfombra roja que tendió la Deutsche Oper para acentuar el glamour del pase de los invitados ante las cámaras y los fotógrafos, aunque sólo unos pocos son conocidos fuera de Alemania, como el ex tenista Michael Stich, campeón de Wimblendon 1991.

   No faltaron para consumo de la prensa nacional actores, modelos, estrellas de la televisión, algunos ministros del gobierno de Ángela Merkel, y homosexuales conocidos como el alcalde-gobernador de Berlín, Klaus Wowereit, y el líder de la oposición parlamentaria alemana, Guido Westerwelle, ambos acompañados de sus novios.

   Tras el concierto  vino la fiesta mundana y la gastronomía a granel. Comida, bebida, música y papeletas para la tómbola por doquier, en el backstage, en los pasillos, en el foyer.

   Según la empresa encargada del catering, para la confección del menú de este multitudinario banquete se utilizaron 320 kilogramos de langosta, 130 kilos de hígado de pato, 180 kilogramos de salmón tipo Balick, 200 kilos de langostinos y gambas tigre y 300 kilos de carne de ternera.

 La gala operística contra el sida ha generado en sus trece años de existencia ingresos por valor de 4,4 millones de euros, dinero que la Fundación ha destinado a programas de asistencia en Berlín y al tratamiento de niños afectados por el virus que provoca el Sida en Ciudad del Cabo, Suráfrica.

Por Carmen Valero
No hay caballeros

El presidente de  Francia  Nicolas Sarkozy recibe la ayuda de su traductor para ponerse el abrigo, mientras que   la canciller alemana Ángela Merkel se coloca el  suyo, tras llegar juntos a la reunión   franco-alemán Interministerial que tuvieron ayer en la Cancillería de Berlín.  

A la Canciller Merkel se la ve un poco forzada tratando de ajustarse la prenda, mientras el presidente Sarkozy, gustoso, extiende los brazos para que le encaje  la prenda de vestir.   

David Cameron confundido con un fontanero

El líder del partido conservador, David Cameron, contó en un programa de televisión cómo la supermodelo británica Kate Moss le pidió su teléfono después de confundirle con un «fontanero».

   En una entrevista con la cadena británica ITV, Cameron relató en tono divertido el momento en que conoció a la famosa modelo, durante una cena organizada con fines benéficos.

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