Organizaciones barriales y comunitarias de Sabana Perdida, en Santo Domingo Norte, protestaron ayer  por el mal estado de las calles, la construcción de un puente paralelo al de La Barquita, saneamiento de cañadas,  agua potable, terminación de la iglesia Nuestra Señora de  América Latina y para que se adopten medidas preventivas en esta temporada ciclónica.

Patricia Gómez, coordinadora del Comité Para la Defensa de los Derechos Barriales (Copadeba), y Florentino Grullón, presidente de la Unión de Juntas de Vecinos Incorporadas, de Sabana Perdida, manifestaron que las obras que demandan han sido prometidas, tanto por el cabildo como por el Gobierno central.

Señalaron que no es posible que un sector con más de 200 mil habitantes no cuente con agua potable, que sus calles no estén en condiciones siquiera para caminar, mientras las autoridades solo se acuerden de sus moradores en tiempo de elecciones.

Aclararon que algunas obras son responsabilidad del Gobierno central, como la de un puente gemelo al de La Barquita, un puente peatonal en la Charles de Gaulle y la ampliación de la avenida Los Restauradores.

Informaron que previo a la jornada, el síndico Jesús Feliz se comunicó con los principales dirigentes para que dialogaran con él sobre las obras que competen al cabildo, pero que no podía hacer nada porque las demás  deben ser solucionadas por el Gobierno.

En vigilia apoyan síndico Jesús Feliz

Paralela a  la protesta de los comunitarios  se produjo una vigilia alentada por el Ayuntamiento del municipio Santo Domingo Norte, para contrarrestar las demandas y tratar de convencer a los munícipes de que el cabildo trabaja en la zona.

Germán Evangelista Cuevas, quien dijo ser presidente de la Asociación de Juntas de Vecinos de Sabana Perdida, negó que el síndico Féliz haya descuidado al sector, al tiempo que defendió su ejecutoria.

Invitó a reporteros de HOY a ver el encajonamiento de 62 metros de la cañada La Javilla, en el barrio del mismo nombre, así como del arreglo de 50 metros de calles cercanas con una inversión de alrededor de un millón de pesos, según informó el ingeniero Franklin Martínez, encargado de las obras.

Los oficialistas se concentraron en el bulevar del sector Salomé Ureña, con pancartas, payasos y disco light para llamar la atención de los transeúntes y pregonar las obras del síndico.