Fueron 50 las condenas que emitieron los tribunales ordinarios de San Cristóbal el año pasado para castigar a más de un centenar de ciudadanos con penas de entre 10 y 30 años, la mayoría para quienes incurrieron en homicidio, robo, violación sexual y agresión intrafamiliar de su pareja.
Por narcotráfico fue condenado en dos ocasiones, Wilson Rafael Pérez, apodado Moreno Cuacuá, a quien por separado, los jueces le cantaron pena de 15 años de prisión.
El procurador de la Corte de Apelación de este distrito judicial, Jesús Fernández Vélez, indicó que fue en base a un arduo trabajo que consiguieron que los tribunales emitieran la cantidad de sentencias que ponen a cientos de personas tras las rejas. Resaltó la mística de trabajo en las fiscalías de Azua, Peravia, San José de Ocoa y Villa Altagracia, pertenecientes al distrito judicial de San Cristóbal. Dijo que entre los casos más sonados el año pasado, fue la condena de 30 años a Pedro Alejandro Castillo Paniagua (Quirinito), acusado de asesinar al ciudadano español Adolfo Justo Cervantes (Waikiki).
Condenados a 30 años
La pena máxima que impusieron el año pasado los tribunales de San Cristóbal a imputados de crímenes recayó sobre Orlando Antonio Arias Peguero, Natanael Modesto López, Emilio José Pimentel Tejada, Gabriel Eugenio Federo Valdez, Julio César Araujo Pacheco, César Rodríguez Sosa, Danny García Alcántara, Junardo Candelario Brito y en un caso poco común, sobre una mujer: Kirsis Mirquelis Pozo.