En San Juan rehúsan salir de zonas vulnerables

En San Juan rehúsan salir de zonas vulnerables

San Juan de la Maguana. A pesar de las constantes advertencias sobre el desagüe de la presa de Sabaneta, la amenaza de lluvias y la situación de vulnerabilidad en que se encuentran, la mayoría de los residentes de  Mesopotamia se rehusaban ayer a abandonar sus viviendas.

Para sacar a los pocos que pasaron la noche refugiados, se tuvo que imponer la fuerza, porque ellos prefieren estar en sus casas protegiendo sus ajuares.

“Aquí estamos hartos, nos vamos a quedar aquí para que el maldito río nos lleve. Toda la gente que viene aquí espera que casi nos estemos ahogando para venir a prometer lo que nunca cumplen”, expresó indignado Tony Alberto García, de 37 años, quien prefirió resguardar a sus hijos y esposa y quedarse él en la casa.

“Para colmo nos quieren tener en un refugio todo sucio y hediondo”, indicó Isabel Valdez, una de las 50 personas que amaneció en el estadio deportivo de la ciudad, al no encontrar albergue en otro lugar.

  Se quejan de que sin desalojarlos, están trabajando en el desvío  del  río San Juan, acercándolo más a sus viviendas.

 La situación fue confirmada por el ingeniero Juan Olivero, contratista que realiza los trabajos, quien dijo que la falta de recursos ha impedido que se agilice la canalización del río y el desalojo de las familias.

Presa de Sabaneta. Hasta ayer a las 5:30 de la tarde a la presa de Sabaneta  estaba desaguando 75 metros cúbicos por segundo, a través del túnel de emergencia, construido siete metros por encima el nivel normal del lago, según datos de operadores.

En tanto que al segundo y mayor vertedero libre, porque esa presa carece de compuertas, le faltaba poco  para desaguar.

 Cuando eso ocurre el agua corre libremente hasta llegar al cauce del río San Juan, que es el que inunda las comunidades ubicadas aguas abajo, como es el caso de  Mesopotamia, que debe su nombre a que está ubicado entre el cauce normal y una bifurcación natural del mismo río.

Además los operadores indicaron que el alto nivel de sedimento, torna más peligrosos los desagües.

Llevan tres días incomunicados

Una familia de la apartada comunidad Los Montesitos  llevaba ayer tres días incomunicada y  el presidente de la Cruz Roja, Julio Dini Capellán, se enteró pasadas las 5:30 de la tarde porque una persona logró bajar a caballo de la loma a comunicar la situación.

El refugio

Los residentes en Mesopotamia que accedieron a quedarse en los refugios se quejaron de la falta de higiene del lugar. Aunque aseguran que tienen tres comidas y agua para tomar, solo hay tres baños que no se  limpian desde el martes, cuando los bomberos llevaron agua y cloro. Dicen que ellos no pueden hacerlo porque sólo tienen dos tanques de agua para bañarse. También explicaron que no tienen colchones para dormir.

Puente a punto de colapsar

El puente Los Pilones, en  Boquerón, ubicado entre las ciudades de Azua  y Baní,  estaba ayer a punto de colapsar, pese a los esfuerzos que desde el miércoles realizan los brigadistas.

El río Ocoa socavó el paso haciendo ceder parte del asfalto,  lo que provocó un largo taponamiento. Eso se suma a la odisea que representa transitar por la carretera Baní-San Cristóbal actualmente en reparación y empeorada por la humedad y las lluvias que dificultan la visibilidad.

Llevan tres días incomunicados

Una familia de la apartada comunidad Los Montesitos  llevaba ayer tres días incomunicada y  el presidente de la Cruz Roja, Julio Dini Capellán, se enteró pasadas las 5:30 de la tarde porque una persona logró bajar a caballo de la loma a comunicar la situación.

El refugio

Los residentes en Mesopotamia que accedieron a quedarse en los refugios se quejaron de la falta de higiene del lugar. Aunque aseguran que tienen tres comidas y agua para tomar, solo hay tres baños que no se  limpian desde el martes, cuando los bomberos llevaron agua y cloro. Dicen que ellos no pueden hacerlo porque sólo tienen dos tanques de agua para bañarse. También explicaron que no tienen colchones para dormir.

Puente a punto de colapsar

El puente Los Pilones, en  Boquerón, ubicado entre las ciudades de Azua  y Baní,  estaba ayer a punto de colapsar, pese a los esfuerzos que desde el miércoles realizan los brigadistas.

El río Ocoa socavó el paso haciendo ceder parte del asfalto,  lo que provocó un largo taponamiento. Eso se suma a la odisea que representa transitar por la carretera Baní-San Cristóbal actualmente en reparación y empeorada por la humedad y las lluvias que dificultan la visibilidad.

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