Los casos de homicidios más relevantes ocurridos en esta ciudad en la última década aún permanecen sin esclarecer y sin sometimientos a la justicia. Los responsables materiales e intelectuales de esos crímenes que han estremecido a la sociedad no han podido ser apresados, lo que obviamente ha impedido que sean procesados por las autoridades judiciales.
A la lista de casos sin resolver se suma el asesinato más reciente del abogado Basilio Guzmán, de 62 años, muerto de varios disparos frente a su residencia en Los Cerros de Gurabo, por sicarios que se desplazaban en una motocicleta.
El crimen ocurrió hace una semana y todavía las autoridades no tienen personas detenidas, pero sigue abierta la investigación.
La familia del malogrado abogado, la comunidad jurídica y la sociedad santiaguera exigen que el caso no quede en la impunidad como otros que escandalizaron en su momento pero siguen en el limbo judicial.
Y es que el hermetismo y la debilidad de la investigación de la Policía y el Ministerio Público en los casos de homicidios de los últimos años, en su mayoría provenientes del sicariato, se remontan desde la muerte del dirigente choferil Ismael Sandoval, secretario general de la Ruta G, de Gurabo, en junio de 2011.
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Su muerte, a su salida del Club Mambuiche donde compartía con amigos y choferes, fue atribuida a los enfrentamientos entre otros de sus colegas del transporte por el incremento de franjas y la ampliación de rutas. Es un caso pendiente de la justicia que se le debe preguntar a las autoridades por qué no se ha resuelto, afirmó Juan Marte, presidente de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT).
Crímenes
En el limbo judicial, sin arrestados ni procesados, también se encuentra el homicidio del abogado Amancio Herrera Turbí, de 51 años, atacado a tiros en abril de 2014, en la intersección de la avenida Francia con avenida Las Carreras, en pleno centro de la ciudad. Murió momentos después en la Clínica Corominas.
La agresión se produjo cuando salía de su oficina situada próximo al Monumento a los Héroes de la Restauración y dos hombres a bordo de una motocicleta la emprendieron a tiros en su contra, causándole heridas mortales. La tragedia estremeció la comunidad jurídica pero el caso sigue impune.
Otro hecho ligado al sicariato fue la muerte del reportero de televisión y joven empresario Newton González, por dos hombres que se desplazaban en una motocicleta el 1 de julio de 2014, en la avenida Bartolomé Colón, próximo a Multicentro Salvador y a pocos metros de la sede de Policía Nacional.
Los padres del camarógrafo, doña Juana Monte de Oca y Rolando Barri, fallecieron sin ver resuelto el crimen de su hijo.
En más de una ocasión, la filial del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) ha demandado de la Dirección Cibao Central de la Policía Nacional y el Ministerio Público que se aclare el asesinato de Newton González. La Policía ha interrogado a más de 20 personas, pero no tiene detenidos.
Muertes en Villa González
A esta lista se agregan, además, otros casos de homicidios sin resolver ocurridos en los barrios y municipios de Santiago que, por no vincular a personas con cierta prominencia en la sociedad, no han trascendido en el país, lo que supone menos investigación de las autoridades.
Por ejemplo, nada se sabe aún de los responsables del asesinato de Adelka Liranzo, de 23 años, en junio de 2014, cuyo cuerpo fue encontrado decapitado luego de ser violada en Villa González.
Tampoco se ha esclarecido la muerte de José Fabián Cabrera, de 22 años, y de Yokasri Inés Tatis Guzmán, de 32, presuntamente ultimados por miembros de la Policía Nacional en víspera de una protesta el día 9 de junio de 2014, también en Villa González.
Otras muertes que aún no se han resuelto son las del exalcalde de Villa González, Máximo Fermín (Mole), durante un asalto ocurrido en octubre de 2008; y la de Pulo Torres, a quien mataron en su casa y le extirparon la lengua en una tragedia del 2013.