En Santiago todos a la pelota

En Santiago todos a la pelota

POR SUSANA VERAS
SANTIAGO.-
En la «cueva» amarilla todo está listo, las reglas son claras y la única consigna es «a jugar pelota». Una pelota de la buena, que nos une cada temporada con las más intensas emociones, tristezas, derrotas, triunfos y alegrías a toda la familia.

Y no es sólo por lo que ocurre en el play, sino por lo que se vive en cada hogar, colmadón, esquina o parque a través de cada señal o cualquier rumbo de un «batazo», ya sea si la bola se quedó dentro del terreno de juego o si se fue para la calle.

Es el pasatiempo nacional del momento y aunque «son muchos los invitados, pocos los elegidos» para entrar a los tradicionales estadios del país, debido principalmente a los costos y distancias que estos representan.

Estos hogares deportivos son sedes cada año de uno de los más importantes eventos beisbolísticos de toda Latinoamérica, ya que convergen estrellas nacionales y otros que brillan con gran luz en la mejor pelota del mundo, la de las Ligas Mayores en los Estados Unidos.

También un gran número está conformado por los prospectos, que en poco tiempo ocuparán líneas importantes de las páginas deportivas del béisbol mundial.

En la etapa moderna del béisbol en la República Dominicana, que se juega desde 1951, la rivalidad entre los equipos Tigres del Licey y Águilas Cibaeñas ha otorgado mayores emociones y pugnas entre fanáticos por ver y saber los que ostentan la supremacía.

Por esta razón, todos los aficionados disfrutan con excitación encuentros como esta serie final 2005-2006, donde ambos equipos luchan de forma «titánica» para saber quién es el mejor.

En medio de esta fiesta deportiva, que nos brinda pasiones diversas, encuentros de amigos y hasta comerciales, siempre hay mucho que ver.

Y en Santiago una gran fanaticada llena cada asiento del Estadio Cibao en cada partido, desde políticos, religiosos, empresarios, personalidades y profesionales de diversas áreas, estudiantes, niños y personajes tradicionales, que viven cada instante y cada jugada desde el primer lanzamiento hasta el «out» 27 cuando termina la jornada.

En el Estadio del Cibao, además son reconocidos «tres personajes» que militan en cada juego de béisbol, y que ya son parte de este fabuloso encuentro.

«Junior Boutique», con su megáfono en mano y su melodía «Sobreviviré», en un inglés que sólo él entiende, no pierde una sola oportunidad para saludar cálidamente a los peloteros visitantes, hablar de la calidad de las empresas locales e ir de cerca donde «sus compadres», un enorme listado que incluye políticos, religiosos, artistas famosos, productores de televisión, merengueros, peloteros de Grandes Ligas, entre otras personalidades.

«El Aguilita», una magistral representación del actor y promotor deportivo Jochy Taveras, es uno de los personajes más queridos por el público por sus ocurrencias, juegos, vestimentas y bailes para los fanáticos, tanto niños como adultos.

No se sabe cuántas veces «El Mago Cucharimba» habrá repetido sus trucos: los del bombillo, los del periódico, los del guante, en fin, una amplia gama para toda la familia, que siempre sale «multada» con un pequeño aporte «para que el mago mantenga sus muchachitos».

La música, los reggaetones, los merengues típicos, las motivaciones, los comentaristas, el animador resaltando su familiaridad con «su primo Miguel Tejada», los letreros, las consignas, la ola, las aguichicas, las «leaders» invitadas, las pizzas, las modas, «las frías», las lágrimas, las uñas, las ventas diversas de «souvenirs», los artistas invitados, los cornetines, entre otras cosas, convierten el Estadio Cibao en un enorme salón de fiestas para el entretenimiento y el goce de todos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas