Hoy 
Las autoridades han armado ya el operativo que procura una Navidad sin accidentes. Por un lado, la OTTT inició ayer la inspección de las condiciones de operación y seguridad de 3,000 vehículos de 75 rutas interurbanas en las paradas de autobuses, y hoy unos 34,000 socorristas serán emplazados en puntos claves por todo el país, para prevenir tragedias derivadas del abundante desplazamiento de personas por carreteras y vías citadinas, y la siempre presente mezcla de alcohol, conducción y temeridad.
Pero el éxito de estas operaciones, si bien depende del desempeño de las autoridades en su trabajo de prevención, mucho más depende de quienes toman un volante para viajar por carretera o movilizarse por calles y avenidas. Tiene que haber una perfecta sintonía entre el esfuerzo de las autoridades por evitar la ocurrencia de percances, y la voluntad de los ciudadanos por actuar con mesura y sobriedad, con esos mismos fines preventivos.
Año tras año, el alcohol y la conducta temeraria alimentan las listas de muertos y heridos, que cambian por luto y dolor lo que debió ser gozo sano y sobrio. Al que le gusta el alcohol, que beba con responsabilidad, renunciando a tomar un volante mientras esté bajo sus efectos. Nuestra mayor cooperación con estos operativos es aunar la voluntad de cada uno con los propósitos proteccionistas de esas acciones.
Tráfico de personas
La desarticulación de una red de tráfico de personas y negociado de documentos personales por un empleado de la Dirección General de Migración, es una acción de mucha trascendencia, que debe permitir la adopción de medidas de seguridad para frustrar conspiraciones criminales de esta naturaleza. Las indagaciones sobre las ramificaciones de esta red no deben parar hasta detectar todas las complicidades implicadas, dentro y fuera de Migración, en este negocio de alta gravedad delictiva.
El tráfico de personas es una actividad criminal que viola las leyes de los países emisor y receptor de las personas amparadas en documentación adulterada, generalmente robada. Las autoridades deben profundizar estas investigaciones y aplicar sin miramientos los castigos de que sean dignos los responsables del negocio.
