Salvajismo cruel
POR EMILIO LAPAYESE
Queda corto el calificativo de «salvaje» porque ningún ser feroz o primitivo iguala en crueldad a quienes producen y usan las «minas antipersonales».
Solamente hace siete años que formalizaron la Convención Anti-Minas a la que se han adherido ya 147 países, menos los USA. En Colombia calculan que hay diseminados cien mil de esos
artefactos.
Camboya, Irak y Afganistán son, por ejemplo, países maldecidos con esa artera técnica para destruir al hombre.
Hoy todavía están «legalizadas» las minas antipersonales, en cantidades limitadas, y todavía siguen destrozando sus víctimas. ¿Progresamos? No tanto como presumimos. El salvajismo cruel pervive en cualquier guerra.
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