En sólo cien palabras

En sólo cien palabras

Perplejidad es duda, confusión, irresolución, incertidumbre. Nuestra actualidad política provoca justificada perplejidad. Partidos políticos, dirigentes y legisladores han perdido

confiabilidad. Muestran innegable desinterés por nuestros

graves problemas.

Hablar de «mayorías desposeídas», del «flagelo de la pobreza», suena tan insincero que mueve a risa y relajo.

Las mentadas cúpulas partidistas son tan mafiosas como otras cúpulas de sectores de poder. Plutocracias colindantes con la delincuencia.

Hace décadas, los dirigentes eran más creíbles.

¿Se degradaron los líderes o mejoró nuestro conocimiento sobre

ellos?

¿Son realmente peores o es que los conocemos mejor? Tal es nuestra perplejidad.

Doloroso asunto.

¿Nos mantuvieron, acaso, engañados?

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