En sólo cien palabras

En sólo cien palabras

Aumenta el pánico. Suspenden vuelos, militarizan, montan costosos sistemas de identificación personal masiva.

Quienes aterrorizan son los presuntos antiterroristas.

Las libertades merman, los derechos se limitan.

Para colmo, islamistas yemeníes reivindican atentado al vuelo egipcio.

Entretanto, aprueban en Afganistán una Constitución «democrática».

A la brava.

Tan democrática como pueda serlo el Islam.

Aquí sabemos cómo democratizan las invasiones norteamericanas.

Si no dejan un Trujillo, imponen un Balaguer.

Allí proclaman república islámica. Islam por arriba y por abajo.

«Ninguna ley puede oponerse a la sagrada religión del Islam».

Para llegar a eso destruyeron preventivamente el país.

¡Y no son guerras religiosas!

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