POR EMILIO LAPAYESE
La tragedia del viaje clandestino hacia Puerto Rico provoca muchos interrogantes.
Afortunadamente rescataron varios supervivientes de tan increíble odisea.

    La desinformación ha sido enorme, inexplicable.

    Datos contradictorios mantuvieron confundida a la opinión pública.

    Un ir y venir por el transitado canal de la Mona, sin que nadie avistase la yola, cuestiona seriamente la seguridad de esa estratégica zona, frontera de territorio norteamericano.

    ¿Y los tan rigurosos controles al narcotráfico y el terrorismo?

    Los temerarios viajeros son también víctimas del “mercado”.

    La oferta y la demanda establecen que aquí apenas valen un mísero salario mínimo. Por eso se van.

    Poco arriesgan.
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