En sólo cien palabras – Deseos, no augurios

En sólo cien palabras – Deseos, no augurios

Solemos confundir deseos con augurios. Son distintos.

Augurios son previsiones de que algo sucederá. Muy diferentes son nuestros inevitables deseos de paz y prosperidad.

Deseamos lo mejor pero barruntamos lo peor.

El Papa exhorta a educar para la paz aunque todo augure que esa paz es imposible en Palestina. Cuatro mil años lo demuestran.

Imposible también en el mundo, mientras el poder imperial lo ejerzan empresarios de la guerra.

Pide igualdad entre las naciones. No como ahora.

La alegada lucha contra el terrorismo exige analizar sus «motivos subyacentes». Porque los hay.

El Papa pide determinarlos.

Además, evitar situaciones de injusticia

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