POR EMILIO LAPAYESE
El país celebra el lunes la restauración de su soberanía con un esperado relevo de sus autoridades ejecutivas. Nuevo presidente, nuevas expectativas.
Los presagios no son alentadores. A los graves problemas que nos abruman se suman agudas crisis  internacionales. En Venezuela se debate, en cierto modo, la suerte latinoamericana.

Mucho nos importa lo que allá suceda.

En Oriente Medio, la situación no puede ser más peligrosa para el mundo entero. La ONU perdió los residuos de su autoridad y ya se está peleando ferozmente en Irak con motivaciones religiosas.

El petróleo augura dificultades críticas que nos amenazan seriamente. Ominosos presagios.

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