Ser mujer, madre y profesional es todo un desafío. La vida nos ha cambiado y queremos afrontarla de todas las aristas posibles.

Esta madre (como expliqué en la entrevista realizada por el Despacho de la Primera Dama que se publicó este miércoles 27 en el suplemento “Madres” del periódico El Nacional) es la verdadera MUJER valiosa y completa, capaz de acoplar sus dotes multidimensionales y multifuncionales, enfrentando el desafío de lograr combinar con eficacia y eficiencia la vida profesional con la vida personal.

Ser mamá no es fácil, menos aún cuando se debe complementar con la jornada laboral. Pese a esto, las mujeres se están insertando en el mundo profesional, y una de las principales razones es obtener recursos para alcanzar su independencia y/o ayudar en los gastos económicos del hogar.

El común de las mujeres debe compatibilizar las labores domésticas con el trabajo. El problema es cuando estos quehaceres se unen al cuidado y crianza de los hijos, lo que se traduce en una jornada extensa y agotadora para cualquier madre, sólo sería posible en una Superwoman.

Ahora, más de una lleva adelante sus proyectos profesionales sin dejar de lado el hogar, aunque esta madre llega a su hogar agotada, pero eso no impide que aproveche de estar la mayor cantidad de tiempo con sus hijos, ayudándolos con las tareas, el baño, comida, etc., hasta que se duerman. La realidad indica que hay que estar en los zapatos de las “madres trabajadoras” para entender lo que realmente significa formar una familia y ser una profesional al mismo tiempo.

Las mujeres sabemos que no somos ni inferiores ni superiores a los hombres, sino más complejas, multidimensionales y multifuncionales. Afirmamos en nuestro día a día, la necesidad y la posibilidad de que hombres y mujeres podamos combinar la vida profesional con la vida personal. A nuestro modo, tratamos de reconstruir una sociedad desunida, terminando con la vieja polarización sobre fuertes y débiles cada uno por su lado. La idea no es de construir un mundo a favor de la mujer, sino recomponer el que ya tenemos.

Acá es donde asoma toda nuestra espiritualidad, nuestras emociones y sensaciones.  Le impregnamos al mundo lo que le falta y a nosotras nos sobra, la emoción. 

En esta búsqueda continua de la felicidad, aun la mujer que tiene un gran éxito profesional, no quiere renunciar al sexo ni a la maternidad. En esta eterna búsqueda del equilibrio para mantenernos como mujer, madre y profesionales es donde la vida se nos complica, pero como nos encanta el desafío, es lo que nos mantiene vivas y donde encontramos la felicidad.

A todas ustedes madres, y sobre todo a aquellas Superwoman ¡muchas felicidades en su día!