TAMPA, FLORIDA. Luego de siete años en Grandes Ligas, el intermedista dominicano Robinson Canó puede decirse a boca llena que se encuentra en su punto más alto.

Ha tenido dos campañas seguidas en las que fue un digno candidato para el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana.

Y para este 2012, simple y llanamente, Canó pretende seguir produciendo como lo ha hecho hasta la fecha, con mucho trabajo y preparación.

“No hay cambios en mi swing, si a uno le va bien para qué cambiar. Lo mío no es trazarme metas sino mantenerme saludable y resolviendo”, indicó el segunda base dominicano durante la cobertura especial del Periódico Hoy desde los entrenamientos de primavera.

Su historial.  Canó enseñó sus herramientas temprano, estableciéndose como regular en su primera oportunidad en las mayores, en el 2005, cuando bateó para .297, con 14 cuadrangulares y 62 remolcadas en un año en el que terminó segundo en las votaciones para el premio al Novato del Año de la Liga Americana.

De ahí en adelante, Canó ha ido demostrando la capacidad con el madero que lo ha convertido en un multimillonario y en una de las piezas más importantes de los Mulos del Bronx.

En su segundo año bateó para .342 y en los siete años que tiene en las mayores ha registrado cinco campañas de al menos .300 de promedio.

Su poder también está presente y con siete campañas de más de 14 cuadrangulares, incluyendo tres consecutivas de al menos 25 vuelacercas, su fuerza con el madero está más que demostrada.

Además, bateando generalmente en la parte baja de la alineación, Canó también ha probado ser un gran productor, con dos temporadas en línea de más de 100 impulsadas, incluyendo 118 en el 2011.

De por vida, Canó tiene un promedio de .308, con 144 cuadrangulares y 621 remolcadas en el inicio de una carrera que solo ha mostrado mucho brillo.

En el plano defensivo, mientras tanto, Canó ha demostrado estar por encima del promedio y tiene un Guante de Oro que lo avala como tal.