La falta de habitaciones libres en la casa obliga en muchos casos a los hermanos a compartir habitación, en cuyo caso, es preciso estudiar al detalle el mobiliario para aprovechar al máximo el espacio y el dinero que se puede gastar en ellas.
Teniendo en cuenta que será preciso colocar dos camas, una zona de estudio para el mayor y espacio para que juegue el más pequeño, el recurso más habitual y económico es el de la cama nido. Este mueble, además, puede incorporar un mueble en la cabecera para almacenar juguetes. Durante el día, la cama nido sirve de sofá.
Una buena solución para ganar espacio es colocar las camas en ángulo y pegadas a la pared, de tal forma que quede disponible una zona para jugar y otra para estudiar.
Al espacio se le saca máximo partido si las mesillas se colocan en el ángulo entre las camas. Una distribución tradicional del mobiliario es en paralelo, con una mesilla entre ambas camas. Si la habitación es alargada, a continuación de las camas se instalará el armario.
Una alternativa muy práctica y económica para las habitaciones juveniles es la de doble altura gracias a las literas. Con muy poco dinero, éstas pueden complementarse con un aplique para que los jóvenes lean con comodidad sin molestarse.