En Tenares claman por carretera, caminos vecinales y agua potable

En Tenares claman por carretera, caminos vecinales y agua potable

Tenares. Hermanas Mirabal. La comunidad El Comajón de Tenares clama por una mejor suerte y llama a las autoridades a que, por piedad, vengan en su auxilio porque no hay una carretera ni un camino vecinal que esté en buen estado.
Sostienen que las lluvias de noviembre del 2017 provocaron derrumbes que incomunicaron varias zonas, donde hay más de 25 familias que ni siquiera tienen agua potable. La que usan para sus quehaceres domésticos, indican, la extraen directamente de un contaminado riachuelo que amenaza con provocar brotes de enfermedades estomacales, de la piel y vaginales.
Además se quejan de que el gobernador, Ramón Bienvenido Almánzar, ni las llamadas toma y la alcaldesa ni siquiera el nombre del lugar recuerda.
Puras promesas. El agricultor Porfirio Santos de 53 años y el dirigente comunitario Marino Batista, de 71, explicaron que hace tres meses y luego de varias diligencias lograron reunirse con el gobernador, quien les prometió iniciar los contactos para solucionar parte de sus problemáticas más acuciantes.
Sin embargo, los demandantes aseguran que todo se quedó en palabras y promesas, ya que al principio cuando lo llamaban para que recordarle lo pactado y en la gobernación les decían que su agenda estaba llena, pero de un tiempo hasta acá, se quejan, ni siquiera las llamadas les han vuelto a tomar.
“Tenemos muchos problemas en la comunidad, desde hace un año tenemos más de 20 familias que están incomunicada para salir de manera normal de sus casas y más para arriba hay un señor con una camioneta con la cual se gana la manutención de su familia que no la puede ni sacar porque no hay por dónde”, dijo Batista al hablar de lo que viven.

La alcaldesa. Con relación a la alcaldesa Andreína Español aseguraron que cuando ocurrieron las torrenciales lluvias de noviembre del 2017 visitó el lugar junto a una comisión y ni siquiera el nombre del lugar se acordó pero mucho menos ha vuelto a tratar de buscarle solución a las demandas que tienen.

Para Santos la situación es más calamitosa que la de los demás, ya que tiene un hijo muy enfermo al que cada cierto tiempo hay que sacar en litera para llevarlo al médico debido a que en la zona hay varios derrumbes que los han incomunicado y los vehículos no pueden penetrar al sitio.

Indicaron que la misma comunidad ha ido resolviendo algunos de los problemas más perentorios como la colocación de sacos de arena en uno de los derriques, pero para esto se necesitan recursos con los que ellos no cuentan así como los conocimientos de un ingeniero para que el trabajo que hacen quede lo mejor posible. Sin embargo, ni eso han aportado ni desde la alcaldía de Tenares ni desde la gobernación.
Sobre el agua. Ante la falta de agua potable, los lugareños se las ingeniaron y entre todos hicieron una colecta, compraron tubos y una de las “bombas ladrona”, la que conectaron directamente al pequeño río que cruza la comunidad.
El río se ve contaminado a simple vista pero, como no tienen otra opción, de allí extraen el agua para limpiar el hogar, bañarse y demás quehaceres domésticos. Para poder potabilizarla un poco, le echan cloro del que venden en el colmado.

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