Hoy 
POR AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
Rosario Rivera-Bond es una destacada artista dominicana establecida desde hace más de dos décadas en la ciudad de Miami, Florida. Estudió arquitectura y diseño de interiores en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña y realizó estudios especializados en artes plásticas en LAcademie de la Grande Chaumiere, París, Francia y en el Camden Art Center, Londres, Inglaterra. Entre 1975 y 1979 residió en París, Florencia, Londres y Nueva York. En los últimos cinco años, su obra ha sido exhibida con frecuencia en importantes exposiciones en galerías, museos y ferias de arte contemporáneo de los Estados Unidos, Europa y el Caribe. A partir de la próxima semana estará presentando por primera vez en su país natal una muestra de su más reciente producción pictórica.
La primera exhibición individual de la obra de Rivera-Bond en la República Dominicana se inaugura la noche del próximo sábado 28 de julio en la galería Varelli Arte Contemporáneo, localizada en la Calle Barlovento #5 en La Marina de Casa de Campo, La Romana. En los últimos tres años, esta galería ha presentado una serie de exposiciones individuales y colectivas de artistas nacionales e internacionales de profundas convicciones creativas y reconocida trayectoria profesional que han merecido la atención de los coleccionistas y especialistas del arte contemporáneo. Sus persistentes, comprometidos y atentos anfitriones son Rosario Bonarelli y Fernando Varela.
Entre la últimas exposiciones individuales de Rosario Rivera-Bond figuran: Juego de colores, 20th Century Theater Gallery, Notting Hill, Londres, Inglaterra (2003); Rave, Atformz, Miami, FL. (2005) y Spiritual Entertainment, Edge Zones Art Complex, Miami, FL. (2006). Entre sus participaciones colectivas más importantes hay que consignar: Now, Edge Zones, Miami, FL. (2004); Plural Miami-curada por Antonio Zaya-, Museo de Arte Moderno, Santo Domingo, República Dominicana (2005); Pink is for Miami, Ambrosino Gallery/Edge Zones, Miami, FL. (2005); XXlll Bienal Nacional de Artes Visuales, Museo de Arte Moderno, Santo Domingo, República Dominicana; Wet Edge Zones, Miami, FL. (2006); Ping Pong Basel Miami-Projektraum M54, Basel, Suiza (2006); Zones Contemporary Art Fair, Edge Zones, Miami, FL. (2007) y Away-Femme, Creativite, Diáspora, UNESCO, París, Francia(2007).
En sus trabajos recientes, Rivera-Bond materializa con efectividad el imagético resplandor de su absoluta compenetración con los elementos radicales del hecho plástico. Compenetración precoz, ontológica, mágica, identitaria, lúdica y traslúcida con el médium, el espacio, la luz, el signo, el gesto, las formas o materiales del azar, el sueño y la utopía. Fundamentos de una poética cuyos efectos más depurados nos dejan calibrar la resistencia de sus íntimas convicciones estéticas, así como la misma vitalidad de una práctica pictórica que emerge distintivamente íntegra y progresiva: expresión digna y cristalina de su ardiente persistencia, de su resuelto pensamiento y de su fresca imaginación.
Al tanto de los procesos de esplendor, apocalipsis, eutanasia y resurgimiento cíclicos de la pintura abstractoexpresionista occidental del siglo XX, Rivera-Bond procede con osadía y autoexigencia. Ella sabe que enfrenta el riesgo de arder y esfumarse en el estallido de su inminente Parusía creadora. Y es su mismo viraje irreverente hacia los inflamables espejismos del instinto, la lucidez, el azar y la libertad, la primera clave para el vislumbramiento efectivo de sus excitantes y expansivas imágenes pictóricas.
La mayoría de estas pinturas son de formatos retadores y han sido ejecutadas con sorprendente resolución in-formal, impetuosidad gestual y vehemencia expresiva, estallando sus deliciosos juegos de transparencias, texturas y vertiginosa policromía como reminiscencias de experiencias, sentimientos y estados emocionales sumamente intensos y particulares. En una serie de trabajos al óleo en medianos formatos como: Dramatics Events, Alice in Wonderland, Pizarra Blanca y Private Room(2007), accedemos a una suerte de territorios in-visibles o espacios líricos materializados a través de ensayos cromáticos abrasadores, encalados y contrastantes.
En un inédito diálogo en su estudio de Coral Gables, hablamos sobre la presencia del sentido de la tierra en el ritmo, en la libertad, en la ardiente policromía y vehemencia expresiva de sus dramáticas e impactantes abstracciones. Ella admite: En 1979 regresé a Santo Domingo y me inscribí en la Academia de Arte Cándido Bidó, quien me estimuló, me hizo una exposición y me compró el primer cuadro. Ahí me reconecté con mi tierra Mi tierra significa mucho. Quizás en el color. Ahora, la naturaleza influye en mi obra definitivamente. Yo soy muy visual. Hay algunos artistas y críticos que dicen que no creen en el ojo, sino en la mente. A mí me influye la naturaleza, pero la forma de la naturaleza está en mi mente. A mí también me influye el momento, lo que sucede a mi alrededor de manera espontánea.
Rosario Rivera-Bond articula su gramática plástica a base de veladuras y juegos texturales reactivos y fusibles; líneas sinuosas y rompientes; gestos, trazos y colores licuantes; ritmos frenéticos y armoniosos; rupturas y disoluciones conceptuales que proyectan su obra y personalidad artística franqueando los límites de la percepción; celebrando las maravillas de la naturaleza, la energía revitalizadora de la Creación, la dicha del instante y la indecible revelación que nos depara el reconocimiento de la dualidad esencial de la existencia, los seres y las cosas.
