En verdad ¿Estamos blindados?

En verdad ¿Estamos blindados?

Se le atribuye a nuestro presidente, doctor Leonel Fernández, el haber pronunciado esta frase en ocasión de una pregunta que le hiciera un periodista, sobre si el descalabro de la economía de los Estados Unidos de América no tendría una repercusión negativa sobre la de nuestro país.  Su respuesta más o menos fue, que él pensaba que no, ya que teníamos una especie de blindaje para protegernos de cualquier caída de los mercados bursátiles y de bienes raíces del coloso del Norte.

Mucho se ha comentado a raíz de esas declaraciones y nosotros pensamos, que si estamos blindados, pero al revés.  Es decir, tenemos un blindaje que no nos permite desarrollarnos como serían nuestras metas. El primer blindaje lo tenemos en la energía eléctrica, el cual no se regulariza porque el dinero que se debe destinar para esos fines, se empleó en la campaña electoral y en el pago de “cuchocientas mil botellas” y demás nombramientos innecesarios.

En la Secretaría de Obras Públicas y Comunicaciones (SEOPC) hay un blindaje doble, que no permite que se saquen materiales para la reparación de puentes y tampoco permite que salga asfalto para reparar los miles de hoyos y baches que tienen nuestras carreteras y las mal llamadas autopistas.  Salud Pública también tiene un blindaje “doble”, el primero no le permite subir el sueldo a los médicos y las enfermeras y el segundo, le impide suplir de medicamentos y útiles sanitarios a las clínicas y hospitales públicos.

En donde verdaderamente existe un blindaje especial es en la Secretaría de Educación y Cultos.  Las escuelas no son suficientes.  Las que están en construcción no se pueden acabar por falta de recursos y las aulas, muchas en mal estado, ni siquiera tienen el mobiliario (pupitres, mesas, pizarras) así como el material gastable para poder impartir clases a un estudiantado cada día más atrasado debido a la pésima calidad del profesorado.  Los estudiantes, el futuro de la Patria salen, no sólo del bachillerato sino de la gran mayoría de las prolíferas universidades, no con lagunas, sino con lagos o por qué no, mares.

Estamos blindados en Medio Ambiente, en donde unas cuantas granceras, que cuentan con el favor y apoyo de encumbrados políticos, por supuesto del Partido en el poder, desafían al Secretario de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y éste se ve obligado de extenderle el plazo para su desmantelamiento, plazo que se tornará indefinido por la falta de aplicación de la ley y los reglamentos.

En el tránsito terrestre existe un blindaje de la Policía Nacional y la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), para no ponerle coto al desorden imperante en que nadie respeta, ni los semáforos, calles de una sola vía, pares, no estacione, etc..  Esta falta de autoridad es la que les ha otorgado un blindaje especial a los violadores de las leyes.

La única entidad que no está blindada, es la mal llamada “Amiga del pobre y del rico”, en donde más de 42,000 bancas de apuestas esquilman al ciudadano común y en donde su Administrador ha llegado a decir, llenándose la boca como si fuera un gran logro, que en nuestro país se juegan más de 300 millones diarios, convirtiéndonos en el segundo país del mundo en donde más se apuesta.

  Que infelices declaraciones que hubiesen hecho ruborizar a su progenitor, un gran líder ido a destiempo.  Estamos blindados, pero como afirmamos al principio, muy pero muy al revés.

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